La nave espacial Solar Orbiter, de la Agencia Espacial Europea (ESA), ha conseguido captar, por primera vez, imágenes de los polos del Sol, un hito que puede transformar la manera como entendemos el campo magnético solar, el ciclo solar y el clima espacial. Hasta ahora, todas las imágenes que se habían obtenido del Sol provenían de la región del ecuador solar, ya que la Tierra, los otros planetas y todas las sondas espaciales giran en torno a la estrella dentro de un plano denominado plano de la eclíptica. Ahora, gracias a una nueva órbita con una inclinación de 17º con respecto al ecuador solar, la misión ha podido observar al Sol desde un punto de vista completamente diferente.
Durante los próximos años, la nave seguirá aumentando su inclinación, lo que permitirá obtener imágenes todavía más espectaculares, según destaca la ESA. "Hoy hacemos públicas las primeras imágenes humanas de los polos solares", ha declarado Carole Mundell, directora científica de la ESA. "El Sol es nuestra estrella más próxima, fuente de energía vital, pero también potencialmente disruptiva para los sistemas tecnológicos modernos, tanto en el espacio como en la Tierra. Por eso, es esencial entender cómo funciona y poder anticipar el comportamiento. Estas nuevas observaciones, únicas, de la misión Solar Orbiter, marcan el inicio de una nueva era en la investigación solar", ha subrayado.
El laboratorio más avanzado nunca construido para estudiar el Sol
El Solar Orbiter, considerado el laboratorio más avanzado nunca construido para estudiar el Sol, es la nave que más se le ha acercado. "No sabíamos exactamente qué encontraríamos en estas primeras observaciones, porque los polos del Sol son literalmente un territorio desconocido," ha explicado Sami Solanki, responsable de uno de los instrumentos que ha captado las imágenes en el Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (Alemania).
Uno de los primeros descubrimientos del Solar Orbiter ha sido detectar que, en el polo sur solar, el campo magnético se encuentra actualmente en una situación caótica, lo que implica que el magnetismo de los dos polos no está bien definido. Sin embargo, esta situación solo se produce durante una etapa breve dentro de cada ciclo solar, concretamente durante el máximo solar. Dentro de unos 5 o 6 años, el Sol llegará a su próximo mínimo solar, momento en que el campo magnético será más estable y la actividad solar disminuirá. "Todavía no sabemos del todo cómo se genera exactamente este desorden, pero el Solar Orbiter ha llegado a latitudes elevadas justo a tiempo para observar este fenómeno desde una perspectiva privilegiada y única", ha reconocido Solanki.
Un futuro prometedor
Con todo, estos son solo los primeros datos obtenidos por el Solar Orbiter desde su nueva trayectoria inclinada. Buena parte de esta primera recopilación todavía tiene que ser analizada en profundidad. Se prevé que el conjunto completo de datos del primer viaje de polo a polo del Solar Orbiter llegue a la Tierra en octubre de 2025. Mientras tanto, los diez instrumentos científicos de la nave seguirán recopilando información inédita durante los próximos años.