En cada pretemporada siempre hay un nombre que sorprende, que aparece con una marcha más y que empieza a dejar claro que está preparado para asumir un rol protagonista. En el Barça 2025-26, ese jugador es Dani Olmo. El vestuario lo comenta sin rodeos: está más fino que nunca, rápido, implicado y con una actitud que ha llamado la atención incluso de los más veteranos.
El futbolista de Terrassa fue el gran fichaje del pasado verano, un deseo expreso del club y una apuesta estratégica. Sin embargo, su primer curso como azulgrana fue irregular, marcado por las lesiones y por un rendimiento condicionado por la falta de continuidad. Flick siempre confió en él, pero no pudo explotar del todo su potencial.

Ahora, todo ha cambiado. Olmo ha dejado atrás los problemas físicos y se ha presentado en la pretemporada como uno de los jugadores más en forma. Pedri y otros pesos pesados del vestuario lo comentan en privado: "Está como nunca". Flick también lo ha notado y empieza a considerarlo un ‘tapado’ de lujo para lo que viene.
Con ganas de reivindicarse
La llegada de Marcus Rashford este verano y el crecimiento de jugadores como Fermín López o incluso Roony Bardghji generaban dudas sobre el rol que podría tener Olmo esta temporada. Pero el ex del Leipzig está decidido a ganarse un sitio, no por nombre, sino por rendimiento. Está siendo de los más destacados en los entrenamientos, con mucha chispa en el uno contra uno, visión para encontrar espacios y capacidad de sacrificio defensivo.
Su polivalencia, además, juega a su favor. Puede actuar como interior, como extremo e incluso como delantero. Flick valora especialmente esa capacidad para adaptarse a distintas posiciones, y más en un equipo que afrontará un calendario cargado, con muchos partidos y necesidad de rotaciones.

Apoyo del vestuario y confianza renovada
Dani Olmo también ha recuperado sensaciones fuera del campo. Se le ve más integrado, con buen feeling con jugadores clave como Gavi, Pedri o Koundé, y con un discurso más ambicioso. Sabe que este puede ser su año. Las quinielas que lo situaban como suplente han cambiado en pocos días. Ahora mismo, nadie descarta que arranque la temporada como titular si mantiene este nivel.
Flick no quiere apresurarse, pero reconoce que tiene en Olmo a un jugador especial, con capacidad para marcar diferencias. Y lo mejor: está enchufado. Lo ven todos en la plantilla. El Barça puede haber encontrado en él una de las grandes sorpresas del curso.