Si este verano ya has disfrutado bastante de la playa y tienes ganas de pasar un día diferente en un entorno cultural e histórico excepcional, toma atención porque la recomendación que te hacemos hoy desde La Tumbona de ElNacional.cat te interesa: una escapada corta, pero muy estimulante y con un toque de lujo, recomendada además por la prestigiosa revista National Geographic.
A poco más de dos horas de Barcelona encontramos una joya del barroco que, si bien acostumbra a pasar desapercibida entre aquellos que visitan la zona, se trata de un edificio majestuoso que, inevitablemente, recuerda al excelso Palacio de Versalles. En este caso, sin embargo, no hace falta atravesar fronteras ni tragarse vuelos low cost para llegar.
Un palacio nobiliario con fachadas únicas
Se llama Palacio del Marqués de Dos Aguas, y es uno de los edificios más espectaculares de València. Su fachada, de un barroco cargado y teatral, es como un decorado de ópera: figuras mitológicas, esculturas retorcidas, y una puerta de entrada monumental que invita a soñar con un pasado de grandeza.
Pero no te hagas ilusiones, ya que dentro no encontrarás marqueses viviendo sino otro tipo de tesoro. El palacio acoge el Museo Nacional de Cerámica y de las Artes Suntuarias González Martí, que puede sonar aburrido, pero no lo es. De hecho, presenta una de las colecciones de cerámica más importantes de España, además de otras sorpresas como, por ejemplo, una de las pocas carrozas nobiliarias del siglo XIX que todavía se conserva en buen estado. Si todavía no te parece bastante motivo para darle una oportunidad, no retrocedas: el simple hecho de pasear por el interior de las elegantes salas, donde los elementos rococó se combinan con los neoimperiales y los chinos, ya es una experiencia por la cual vale la pena la visita.
Barroco por fuera, cerámica por dentro
Una vez atraviesas la puerta de entrada, todo un mundo de lujo y detalles artísticos se presenta delante de ti. Escaleras de mármol, techos pintados, salones con muebles de época y una colección de cerámica y porcelana como para montar tres museos más. Hay piezas de toda la península, porcelana china, platos modernistas e incluso baldosas antiguas que te hacen pensar en cambiar las del baño de casa. Pero también encontrarás coches de caballos, una cocina señorial intacta y una pequeña capilla. Por lo tanto, en una misma visita puedes sentirte a la vez ciudadano del siglo XVIII y arqueólogo amateur.
Ideal para una escapada de fin de semana
Lo mejor de este palacio es que se puede visitar sin prisas. No hay que reservar con días de antelación, no está masificado y el precio es ridículamente asequible: la entrada general cuesta solo 3 euros. Además, después de esta estimulante visita cultural puedes pasear por el Mercado Central y la Lonja de la Seda, y terminar con una horchata bien fría al lado del Museo de Bellas Artes.
Un pequeño Versalles bien cerca de casa
València siempre es éxito asegurado en verano: playa, buena comida y un centro histórico que no se acaba. En medio de todo eso, el Palacio del Marqués de Dos Aguas es una pequeña maravilla escondida en plena ciudad, perfecta para una escapada de un día o fin de semana. Con el AVE te puedes plantar en poco más de dos horas desde Barcelona, y en coche todavía menos.
Quizás no es Versalles, pero esta visita te hará sentir un poco noble, un poco turista y también un poco cultureta, todo a la vez. Sin duda, si el majestuoso palacio real francés tuviera una sucursal mediterránea, seguramente estaría aquí.