La sustitución del azúcar es una elección que a menudo resulta confusa, porque no se tiene clara la idoneidad de determinados edulcorantes, sobre todo en el caso de las personas que tienen una glucosa elevada en sangre o reúnen factores de riesgo para desarrollar la diabetes.

Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ohio ha concluido que, en el caso de la sacarina, no aumenta el riesgo de tener diabetes, al menos en adultos sanos.  

Sobres de sacarinaEl estudio ha revelado que la sacarina no incrementa la propensión a enfermedades como la diabetes

Para llevar a cabo la investigación, que se contradice con otras realizadas sobre esta cuestión, los autores tomaron en cuenta otros factores como las condiciones de salud subyacentes, las elecciones de dieta y los hábitos de estilo de vida, cuestiones que no se han abordado en otros estudios. El trabajo concluye que el uso de la sacarina no produce ningún cambio en el microbioma intestinal de los participantes ni en sus perfiles metabólicos.

La sacarina es uno de los edulcorantes más utilizados por el gran público en general. Su consumo, al igual que el de los otros, ha aumentado drásticamente durante la última década debido a la creciente conciencia de los resultados negativos para la salud asociados con el consumo excesivo de azúcar.

“Estudios anteriores han sugerido que el consumo de edulcorantes artificiales está asociado con el síndrome metabólico, el aumento de peso, la obesidad y la enfermedad del hígado graso no alcohólico. Estos hallazgos han planteado la preocupación de que su ingesta pueda provocar resultados adversos para la salud pública y la falta de bienestar”, afirman los expertos.

El estudio

Para llevar a cabo la investigación, reunieron a un total de 46 adultos sanos de entre 18 y 45 años con índices de masa corporal de 25 o menos. Los participantes ingirieron cápsulas que contenían la cantidad diaria máxima aceptable de sacarina o lactisol –un inhibidor del receptor del sabor dulce– o sacarina con lactisol o placebo todos los días durante dos semanas. La cantidad diaria máxima aceptable de sacarina es 400 miligramos por día, que es mucho más de lo que consumiría el consumidor medio.

El estudio excluyó a las personas con afecciones médicas agudas o crónicas o que tomaban medicamentos que potencialmente podrían afectar la función metabólica, como diabetes, cirugía bariátrica, enfermedad inflamatoria intestinal o antecedentes de malabsorción y embarazo o lactancia.

DiabetesLa investigación se ha llevado a cabo en voluntarios sanos

Los investigadores también probaron durante 10 semanas los efectos de dosis aún más altas de sacarina en ratones que genéticamente carecen de receptores de sabor dulce con los mismos resultados: el edulcorante artificial no afectó la tolerancia a la glucosa, ni causó cambios significativos en la microbiota intestinal o aparentes efectos adversos para la salud.