El lema "Tourists, go home" es una expresión de rechazo al turismo masivo que ha ido ganando fuerza en varias ciudades del mundo, especialmente en lugares muy visitados como Barcelona, Venecia, Amsterdam o Lisboa. Esta frase, pintada a menudo en paredes o pancartas durante protestas, simboliza el malestar de parte de la población local ante los efectos negativos que puede tener una afluencia masiva de turistas. El mensaje no es tanto contra el turista individual, como contra un modelo de turismo que desborda los barrios, encarece la vivienda, dificulta la vida cotidiana de los residentes y transforma las ciudades en escenarios para el consumo. Los locales que de bien seguro han adoptado un lema muy similar son los de Torre Pachecho, aunque con algún matiz. Los habitantes de esta localidad murciana quieren que los ultras vuelvan a su casa, o mejor dicho, que abandonen su población. Los llamamientos de la extrema derecha a cacerías de inmigrantes después de una agresión contra un hombre hace días que ocupan titulares y la gente ya tiene suficiente, la bestialidad de estos llamamientos ya ha llamado la atención de la Audiencia y la Fiscalía Superior de la Región de Murcia, que investiga si existen indicios de delito en las manifestaciones públicas perpetradas por el presidente regional de Vox, José Ángel Antelo, con relación a los altercados. 'Ultras, go home', lo gritan los habitantes de Torre Pacheco, e, incluso, las portadas de los diarios más conservadores.
El Mundo celebra que "la Guardia Civil blinda Torre Pacheco y expulsa a los ultras internacionales que venían de 'cacería'" y el ABC asegura que "la Guardia Civil impone la ley para evitar que los agitadores tomen Torre Pachecho" (por cierto, este último diario no habla de ultras, habla de "agitadores"). El Mundo hace una crónica de cómo ha sido "el blindaje policial que ha apagado el fuego en Torre Pacheco: interceptados radicales de Rumania e Italia y pacto con los ultras del fútbol para que solo viajaran 'los cachorros'", explica el diario. Parece ser que un centenar de ultras procedentes de varios países europeos han llegado en tren a Murcia en los últimos dos días y, posteriormente, se han desplazado en autobús hasta Torre Pacheco. Según fuentes policiales citadas por El Mundo, parte de estos radicales venían de Italia y Rumania, aunque algunos podrían residir en otros países de la UE o incluso dentro del Estado español. La policía ha conseguido detectarlos e identificarlos a su llegada al municipio murciano, y posteriormente ha conseguido persuadirlos para que abandonaran la zona, relata el diario, que añade que el objetivo de estos grupos de extrema derecha era participar en una "cacería convocada por neonazis en las redes sociales". Por su parte, el ABC apunta que la Guardia Civil ha vigilado la concentración realizada desde las 20.00 horas de este martes en el Ayuntamiento de Torre Pacheco para evitar altercados. El citado diario recuerda que la protesta se hizo sin autorización oficial y añade que "la concentración quedó marcada por la desorganización y la confusión, especialmente cuando algunos de los principales agitadores, como Vito Quiles o el líder de Desokupa, Daniel Esteve, se marcharon del pueblo minutos antes de que empezara la protesta".
Con respecto a El País, se fija en que España ha dejado de ser una excepción en Europa y la inmigración se ha convertido en tema central del debate político, y los disturbios ultras en Torre Pacheco han reactivado la confrontación entre bloques ideológicos. El País da cuenta de que el PP ha endurecido su discurso: "Feijóo pide respeto e integración a los inmigrantes y advierte que quien no lo cumpla no es bienvenido, marcando una distinción entre buenos y malos inmigrantes". Ahora bien, matiza, al mismo tiempo condena las agresiones ultras. Vox, en cambio, justifica el descontrol acusando al Gobierno de "inacción" y asegura que eso lleva a la ciudadanía a "hacer justicia por|para su cuenta". El diario explica también la posición del Gobierno, que es de "defender con datos la importancia de la inmigración, especialmente en un país envejecido y en crecimiento económico". Sea como sea, mientras tanto, en Torre Pacheco, la tensión crece diariamente. La imagen del día del diario es para Vladímir Putin, quien ha asegurado a Trump que no negociará con Zelenski". Por su parte, el presidente de Estados Unidos ha reafirmado su ultimátum de 50 días para que Rusia detenga los combates en Ucrania y ha advertido que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, tampoco tendría que atacar Moscú. "Al final de los 50 días, si no tenemos un acuerdo, será una lástima. Se impondrán aranceles y también se aplicarán otras sanciones", ha declarado Trump a la prensa en la Casa Blanca. ¿Qué dicen el resto de portadas de este miércoles?







