Tambores de guerra suenan en las portadas de los diarios de este 11 de septiembre, Diada nacional de Catalunya. Guerra en sentido literal, por la provocación que ha supuesto la violación del espacio aéreo polaco de los drones rusos que atacaban Ucrania y que han sido abatidos por las fuerzas aéreas de este país y de la OTAN, lo que ha sido considerado una agresión sin precedentes y una provocación en toda regla de Vladímir Putin a los aliados, entre los cuales se encuentra los Estados Unidos. Y guerra en sentido figurado la que han declarado las instituciones, empezando por el Govern de la Generalitat, los partidos y las organizaciones independentistas, contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) de anular el decreto que blindaba el catalán como idioma vehicular en la escuela; una provocación y una amenaza para la supervivencia de la lengua del país. Una noticia que marca una Diada que, como no puede ser de otra manera, es protagonista de las páginas nobles de la prensa catalana -en la de Madrid no dicen ni una palabra-; una Diada que llegaba en horas bajas, pero que ha tomado impulso en las últimas horas por la decisión del TSJC.
La jornada de este miércoles empezaba con la noticia de esta violación del espacio aéreo polaco, miembro de la Alianza Atlántica, por la identificación de 19 aviones no tripulados del ejército ruso, de los cuales al menos tres fueron abatidos; un hecho sin precedentes que desencadenó las reacciones de todos los actores implicados. Polonia invocó el artículo 4 de la OTAN, que prevé que los aliados se consulten entre ellos cuándo consideren amenazada su integridad territorial, la independencia política o su seguridad. El secretario general de la alianza atlántica, Mark Rutte, consideró que la violación rusa "no es un incidente aislado" y advirtió a Putin que los estados miembros de la Alianza Atlántica "están decididos a defender cada centímetro del territorio". Y el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, respondió a la agresión rusa contra Polonia con un breve mensaje críptico en su red Truth Social. ¡Allá vamos!", ha dicho, una expresión que algunos interpretan como una advertencia a Putin "Qué hace a Rusia violando el espacio aéreo de Polonia con drones"?, se preguntó.
Así, los diarios van llenos de titulares más bien alarmistas. "Putin mete la guerra en la UE", titula El Mundo, que considera que el ataque ruso con drones llega a territorio polaco y desafía la defensa de los aliados. "Putin viola el territorio de la OTAN con drones de guerra", escribe el ABC en el titular principal de su portada, donde destaca que Polonia invoca el artículo 4 del Tratado de la Alianza después de sufrir una agresión sin precedentes con una veintena de aviones no tripulados. Y "Rusia desafía a la OTAN con una incursión de drones a Polonia", titula El País, que se hace eco de la alerta de la Alianza Atlántica de un riesgo de escalada bélica por los actos de Moscú, que evitó dar explicaciones y aseguró que su objetivo está en Ucrania. La Razón también recoge el tema, más pequeño, en su portada, pero su guerra es otra, y el objetivo es Pedro Sánchez y su gobierno. Así, dedica su titular principal a que "la Moncloa renueva y redobla la seguridad de Begoña Gómez", que este miércoles declaró ante el juez.
En la prensa catalana (La Vanguardia, Periódico y El Punt Avui) la portada simbólica es el anuncio institucional de la Generalitat de Catalunya con su versión de las cuatro barras, pero en la primera página informativa conviven otros temas. En La Vanguardia también se habla de "la incursión de drones rusos en Polonia que alerta la OTAN", aunque el titular principal es para la Diada del 11 de septiembre, que Catalunya conmemora "marcada por la defensa de la lengua" por la decisión del TSJC. El Periódico, en cambio, hace un enfoque diferente del resto de diarios y dedica el titular principal a la noticia que Von der Leyen "impulsa la ruptura de la UE con Israel", explicando que la presidenta de la Comisión Europea propone suspender el acuerdo comercial y detener todos los pagos al gobierno de Netanyahu.