El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha declarado desde Montevideo, en Uruguay, dónde está de viaje oficial, que "la corrupción generalizada y sistematizada" y la formulación de leyes que benefician en unos pocos y no a la mayoría social acabó con la moción de censura que lo llevó al poder el año 2018. De esta manera, Pedro Sánchez ha querido contraponer los casos de corrupción que en la actualidad salpican a su partido, el PSOE, y al principal partido de la oposición, el PP. En una rueda de prensa conjunta con el presidente uruguayo, Yamandú Orsi, Sánchez ha querido dejar claras las diferentes formas de actuar de ambos partidos ante la corrupción cuando ha sido preguntado por la responsabilidad que tienen los dirigentes del PSOE y el PP después del estallido del caso Montoro durante el pasado fin de semana y los avances en la investigación del caso Cerdán con nuevas declaraciones en la Audiencia Nacional este lunes.

En palabras del presidente Sánchez, lo que se tiene que hacer es responder de forma inmediata ante estos casos, como sostiene que hizo él al salir a la luz el caso a Koldo, que ha acabado derivando en el caso Cerdán después de la publicación del demoledor informe de la UCO que implicaba al exsecretario de organización del PSOE en la trama de adjudicaciones irregulares que se investiga. En segundo lugar, ha dicho, se tiene que colaborar con la justicia, y, en tercer lugar, ha añadido, se tienen que aportar soluciones para prever y anticipar supuestos casos de corrupción", lo que habría hecho su partido, y su gobierno, en la comparecencia en el Congreso el pasado 9 de julio en que presentó a una batería de medidas para luchar contra la corrupción.

La moción de censura "acabó" con la "corrupción generalizada"

En este sentido, según Sánchez, "la corrupción generalizada y sistemática" que se ha visto en el caso Montoro de utilizar el ministerio de Hacienda y todo el Gobierno para "legislar sobre la base del cobro de comisiones", o en el caso Kitchen, con la "instrumentalización de la policía para perseguir adversarios políticos u obstruir la acción de la justicia, acabó el año 2018 con la moción de censura y el cambio de gobierno". La oposición presionó a los diferentes socios de la investidura de Pedro Sánchez para que se sumaran a una eventual moción de censura para hacer caer a Sánchez por los casos de corrupción que presuntamente afectarían a su entorno personal y político, pero ha ido reculando la ofensiva ante su negativa. Después de achacado para esperar a ver "cuál era el recorrido judicial" del caso Montoro y para dejar trabajar a la justicia, ha querido reivindicar "la autonomía política" que, según él, tiene el gobierno y que no tuvieron los gobiernos del PP con José María Aznar y Mariano Rajoy.

Legislar "en beneficio de una élite"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha denunciado que, además de "el acto supuestamente cometido por importantes ministros" de los gobiernos de José María Aznar y Mariano Rajoy, se legisló "en beneficio de una élite y contra el interés de la mayoría social del país, previo pago de comisiones." "Eso es de todo menos autonomía política", ha subrayado. "Y este Gobierno, en contraposición a lo que pasaba en España hasta el año 2018, reivindica y ejerce su autonomía política", ha dicho Sánchez. "Nosotros tenemos muy claro de dónde venimos y porque vamos", ha reivindicado, subrayando que su gobierno progresista hace política para la mayoría social.

El presidente ha insistido en el hecho de que "antes se legislaba para personas y empresas con nombres y apellidos, lo que desconocíamos es que era a consecuencia de un pago de comisiones irregulares y, por lo tanto, supuestas actividades delictivas". "Hoy, en cambio, hay un gobierno que reivindica con orgullo su autonomía política y la defensa del interés general", ha querido remarcar.

Rueda de prensa desde Montevideo

Estas declaraciones llegan desde Montevideo, después de la cumbre bilateral que han mantenido ambos mandatarios, que ha servido para firmar "seis acuerdos de colaboración" en materias como la lucha contra la delincuencia internacional. Una de las cuestiones que han discutido es el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur, y en este sentido ambos han coincidido en la necesidad "imperiosa, máxima" -adjetivos que ha utilizado Sánchez- de culminar un pacto "que se puede cerrar cuanto antes mejor". Al presidente español lo ha considerado importante, más allá de la cuestión comercial, por el "mensaje de apertura que traslada" en pleno descalabro de las relaciones internacionales provocadas por la administración Trump.

Además, Pedro Sánchez ha menospreciado el rechazo del Congreso al decreto sobre el apagón eléctrico, que no ha prosperado al pleno escoba, el último de la cámara baja española antes de las vacaciones de verano, por los votos en contra de PP, Vox, Junts, Podemos, UPN, el BNG y, finalmente, del diputado de Chunta Aragonesista, que ha roto la disciplina de voto de Sumar. El jefe del poder ejecutivo español ha subrayado que se trata de una norma "en beneficio de la ciudadanía y del interés general", y ha considerado que "los que van al Congreso a votar en contra del gobierno" hacen "de todo menos política". Sin embargo, ha anunciado que el gobierno volverá a presentar el decreto a la cámara y que será aprobado, y ha puesto como ejemplo la Agencia Pública de Salud, también tumbada por la cámara en el primer intento y que ha augurado que hoy saldrá adelante.