El portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, ha criticado duramente este miércoles a Junts per Catalunya por su decisión —todavía se tiene que certificar en la votación de esta tarde— de tumbar la reducción de la jornada laboral propuesta por el Gobierno. En declaraciones en el patio de la cámara baja, el líder de ERC en Madrid ha asegurado que la posición del otro grupo independentista es "vergonzosa". "Es incomprensible que un partido que dice que es patriota vote en contra de la inmensa parte del pueblo de Catalunya", ha denunciado. Ha pedido "no blanquear" que este miércoles Junts votará en el mismo sentido que PP y Vox, sobre todo después de que "durante años se ha trinchado mediáticamente a nuestro partido y se nos ha tachado de traidores por votar con el PSOE mejoras para la clase trabajadora". Más tarde, en una conexión en La Sexta, la juntaire Míriam Nogueras le ha replicado que cuando los adversarios políticos los meten "dentro de sacos es porque no tienen argumentos para debatir".
"Mis declaraciones se interpretarán como que les tengo manía, pero yo me pongo en la piel de la gente que trabaja como una mula y se preguntarán por qué estos tres partidos han tumbado la iniciativa; y mi responsabilidad es decir que quien paga manda", ha señalado Rufián en declaraciones a los medios de comunicación. Los argumentos de Junts para oponerse a esta ley es que su aplicación no podrá ser asumida por la pequeña y mediana empresa de Catalunya, así como por sus autónomos y el sector agrícola. La formación, explicó Nogueras este martes en una rueda de prensa, "votará a favor de seguir generando riqueza y en contra de empobrecer la clase media y trabajadora". Según exponía, el país tiene un tejido productivo conformado en un 90% por negocios con pocos empleados que podrían pasar de trabajar 40 horas semanales a "cero horas". Estos independentistas lamentan que ellos no están en contra de reducir la jornada, pero que el ejecutivo de PSOE y Sumar "no ha explicado quién lo pagará". "Así no", sentenciaba este martes Nogueras.
"Decir que una iniciativa que da media hora más de vida al trabajador va en contra del estado del bienestar es como decir que el agua no moja o que el sol sale para refrescarnos", ha añadido el republicano este miércoles. De todos modos, ha lamentado que la posición de la formación de Carles Puigdemont en esta ley y el hecho de que voten en el mismo sentido que PP y Vox no los desgastará.
El Gobierno asume la derrota, pero quiere "retratar" las formaciones que lo tumben
El Gobierno tiene asumido que este miércoles sufrirá una importante derrota justo en el arranque del curso. Será, además, una de las más cruentas de la legislatura, porque se trata de una ley estrella de este mandato: la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. El Congreso de los Diputados debatirá y votará las enmiendas a la totalidad que Junts per Catalunya, PP y Vox han presentado para devolver el proyecto al Gobierno, tres formaciones que forman mayoría absoluta en la cámara.
Es inexistente, según reconocen ministros del Gobierno, el optimismo para conseguir sacar adelante la ley este miércoles. La dan por perdida. Incluso no apelan ya a aquella idea que hay que negociar siempre hasta el último minuto. Lo que trasladan miembros del PSOE y Sumar, a pesar del previsible porrazo, es que no se plantean dar marcha atrás y retirar la norma con el fin de evitar esta dura derrota. Su intención es "retratar" a las formaciones que voten en contra de una medida —aseguran— que beneficia a millones de trabajadores porque no solo los haría trabajar menos horas, sino que mejoraría sus condiciones salariales.