A punto de cumplirse el primer aniversario de la DANA que arrasó la Horta de València y dejó 229 víctimas, el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha vuelto a sacudirse responsabilidades por la gestión de la tragedia y ha apuntado de nuevo a la responsabilidad última del Gobierno. Mazón ha aseverado este domingo en una entrevista para El Español que el Ejecutivo de Pedro Sánchez "no ha movido un solo papel en un año", a lo que ha añadido que si hoy volviera a llover igual que aquel 29 de octubre de 2024, "volvería a pasar lo mismo" —obviando el Pla Endavant que impulsó el general Francisco Gan Pampols como su vicepresidente, que incluye un plan de prevención para gestionar futuras emergencias—. Asimismo, Mazón ha asegurado que es un "dislate" que Sánchez no se haya reunido con él durante este tiempo para coordinar planes de reconstrucción, "después de un año y de habérselo pedido por escrito y en persona varias veces".

Inquirido por su gestión y por la alerta tardía a la población, el president ha aseverado que con la información que tenían no era suficiente para prever lo que se venía y ha dado a entender que no se le dio especial atención al fenómeno porque en el País Valencià están acostumbrados a las gotas frías. Era una DANA "como las treinta y tantas que hemos tenido" y una alerta roja como "hay dos o tres todos los años". Asimismo, Mazón ha afirmado que lo ocurrido durante las lluvias del 29 de octubre por la mañana era lo esperable: avisos de gente a rescatar, pueblos inundados o algún desaparecido. "No era un volumen de llamadas distinto al de cualquier otra gota fría (...) No se observó una tendencia que llevara a pensar que ocurría algo extraordinario", ha apuntado.

"Con las previsiones que había por parte de las entidades oficiales que tienen que trasladar esa información, todos los responsables de Emergencias y de los departamentos de la Generalitat hicieron lo máximo que pudieron", ha defendido Mazón, que ha asegurado que la AEMET se equivocó en sus previsiones sobre a qué hora sería más duro el temporal, a qué zona afectaría —dijeron que se desplazaría "a la Serranía de Cuenca"— y qué intensidad de lluvias habría —"las previsiones de AEMET eran de 180 litros por metro cuadrado, no de 800"—. Además, ha añadido que el Cecopi no es un órgano de la Generalitat, sino la entidad "de coordinación" de todas las administraciones, aunque ha admitido que su presidencia recae sobre su consellera.

Mazón también ha cargado contra la Confederación Hidrográfica del Júcar, a cuyo presidente acusa de no dar explicaciones públicas y de no haber avisado a tiempo en el Cecopi sobre la posibilidad de desbordamiento del barranco del Poyo, sino con "un correo" porque lo vio "irrelevante", mientras que el órgano estaba centrado, dice, en la presa de Forata. "Lo único que pido es que los órganos que dependen del Gobierno no llamen asesino a quien no tiene la información. Esto es lo mínimo que puedo pedir. Alterar la realidad con tanto dolor de por medio es poco menos que un pecado mortal", ha lanzado el president valenciano. "Se nos ha acusado de todo, con insultos y campañas extraordinarias", ha lamentado Mazón, que ha aseverado que no ha cambiado de versión nunca, sino que ha tenido que hacer frente a "más de 15 bulos distintos".

Sobre el envío tardío de la ES-Alert a los móviles, que llegó pasadas las 20:20 horas, cuando ya había numerosos muertos y pueblos anegados, Mazón ha justificado que entonces "era la primera vez en la historia que se utilizaba". "Ahora ya el paradigma ha cambiado. Ahora ya se mandan cada vez que hay un posible aviso de alerta roja, pero antes nunca se hacía en España. No se había hecho nunca, jamás", ha dicho el president. Mazón también ha querido desligarse de ese envío, afirmando que a él ni se le informa ni es "un trámite a pasar" para autorizarlo, por lo que ha asegurado que la consellera imputada Salomé Pradas no le consultó esa decisión a él antes de hacerlo —pese a afirmar que estuvo en contacto con ella recurrentemente—. "La jerarquía está clara. Yo no formo parte del Cecopi", ha subrayado. Aunque ha defendido a Pradas pese a que la cesó tras la tragedia y ha asegurado que es porque hacía falta una conselleria específica de Emergencias y "en ningún caso fue por una incapacidad o por una gestión negligente". Mazón también ha rechazado hacer cualquier declaración sobre la investigación penal en curso que mantiene la jueza de Catarroja Nuria Ruiz Tobarra y ha afirmado que respeta y deja hacer a la Justicia.

Las calles exigen la dimisión del president

Las declaraciones de Mazón coinciden el día después de una nueva gran manifestación en València exigiendo su dimisión por la gestión de la DANA. Bajo el lema "Mazón dimissió", decenas de miles de manifestantes llenaron este sábado las calles de la capital valenciana para exigir una vez más —es la duodécima manifestación— "responsabilidades y justicia". Precisamente este mismo sábado, la sede del PP de Valencia ha amanecido vandalizada con manchas de pintura roja en la fachada del edificio y el mensaje "Tacats de sang fins al coll" ("manchados de sangre hasta el cuello") en el suelo de la entrada.

Manifestación este sábado en València para exigir la dimisión de Carlos Mazón / EFE

Mazón, señalado

A punto de cumplirse el primer aniversario de la DANA, el president Mazón continúa señalado por su gestión durante la catástrofe. El dirigente político del Partido Popular ha estado en el punto de mira todo este tiempo por su reacción tardía y porque su gobierno no atendió el aviso de alerta roja por el temporal que había emitido la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). La alerta de Emergencias en los teléfonos móviles de la población llegó pasadas las 20:00 horas de la tarde del fatídico 29 de octubre, cuando ya había pueblos anegados, víctimas y las llamadas al 112 colapsaban las líneas.

Mazón ha sido también señalado por el almuerzo y la sobremesa con la periodista Maribel Vilaplana en el céntrico restaurante El Ventorro, que lo mantuvo ocupado durante horas y hasta tarde, si bien él ha defendido que estaba en todo momento informado y disponible vía teléfono para atender la emergencia y que después corrió al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) tan rápido como le permitió el temporal. Existe, sin embargo, un lapso de tiempo de una hora en la que no se sabe qué hizo y dónde estaba Mazón entre salir de El Ventorro y llegar al Cecopi alrededor de las 20:28 horas. Aunque Mazón ha asegurado que estuvo trabajando en su despacho de la Generalitat Valenciana y atendiendo llamadas, un testigo anónimo ha declarado este sábado que el president apareció sobre las 20 horas y se marchó rápidamente.

Después de lo que pasó, el presidente Mazón se encomendó a la reconstrucción y ligó su suerte y su futuro político a esta. Para ello, reconfiguró su Consejo cesando a la consejera de Justicia e Interior, Salomé Pradas que, según el relato que han dado a la jueza las autoridades presentes en la reunión del Cecopi, interrumpió la sesión varias veces para intentar contactar con Mazón por teléfono y no dio órdenes claras— y nombró como vicepresidente encargado de la tarea al general del ejército en la reserva Francisco José Gan Pampols, militar con experiencia en la reconstrucción de zonas en guerra.

La jueza de Catarroja Nuria Ruiz Tobarra mantiene abierta una causa en la que Pradas está imputada y ha invitado varias veces a Mazón a declarar como investigado —en tanto que aforado, solo podría ser imputado por el Tribunal Superior de Justicia valenciano—. Desde la dirección del PP, Alberto Núñez Feijóo ya ha ligado su apoyo a Mazón a la investigación judicial en curso. Mientras tanto, en las calles de Valencia se han producido once manifestaciones exigiendo la dimisión del presidente, algunas de ellas, especialmente las primeras, con una asistencia masiva. Aun así, Mazón se encuentra acorralado por su comparecencia en el Congreso de los Diputados el próximo 17 de noviembre, ante la comisión de investigación sobre la gestión de la DANA, y la citación judicial a declarar de la periodista con la que comió aquel día, Maribel Vilaplana.