Este miércoles 29 de octubre se cumplirá un año de la tragedia de la DANA en el País Valencià, el día que la gran riada provocó una catástrofe que devastó la Horta Sud y causó 229 muertos. El tejido social valenciano volverá a salir (por duodécima vez) esta tarde para pedir la dimisión de Carlos Mazón, acorralado por su comparecencia en el Congreso de los Diputados el próximo 17 de noviembre, ante la comisión de investigación sobre la gestión de la DANA, y la citación judicial de la periodista Maribel Vilaplana. Ha pasado casi un año y el presidente del gobierno valenciano sigue sin asumir sus responsabilidades políticas, convencido de que actuó correctamente y con diligencia, pero hay todavía incógnitas que perduran en el tiempo y que indignan a los valencianos. Una de las que más, es la falta de transparencia y claridad respecto a lo que Mazón hizo desde que salió del restaurante El Ventorro la tarde de la DANA, después de la comida con Vilaplana, entre las 18.45 y las 20.28 horas, cuando finalmente se sumó a la reunión de emergencia en el centro Cecopi, en pleno desastre.
Versiones diferentes
Mazón y su equipo han dado versiones diferentes sobre su paradero en aquel intervalo crítico y han ocultado información clave como la ruta de su coche oficial, las hojas de servicio de los escoltas y los vídeos de seguridad del Palau de la Generalitat, que fueron borrados. Se esperaba que Mazón estuviera al frente de la emergencia, pero estuvo incomunicado durante casi una hora, sin recibir ni hacer llamadas relevantes mientras el desastre se agravaba. La cronología oficial es confusa y los relatos sobre lo que sucedió contienen contradicciones, lo que alimenta el desconcierto y la sospecha sobre su auténtica actuación en aquellas horas críticas.
El diario El País publica una investigación sobre el paradero de Mazón y destaca que ni los registros de llamadas, ni los desplazamientos oficiales, ni los testimonios consiguen esclarecer el paradero de Mazón entre las 18.45 y las 19.45, un período crítico durante la emergencia. Aunque el Gobierno valenciano aseguró que Mazón llegó al centro de emergencias (Cecopi) entre las 19.00 y las 19.30, una grabación fija su entrada a las 20.28, casi una hora más tarde. Mazón comió en el restaurante El Ventorro con Maribel Vilaplana, a quien supuestamente ofreció la dirección de la televisión pública À Punt -que la periodista rechazó-; la comida terminó entre las 18.30 y las 18.45 y, a partir de ese momento, la cronología oficial es difusa y contradictoria, con versiones cambiantes por parte de Presidencia.
Hay un agujero temporal de aproximadamente una hora, desde más o menos las 18.45 hasta las 19.45, en que el paradero de Mazón es una incógnita, pese a las explicaciones dadas por el propio jefe del Consell. Este intervalo coincide, además, con los 37 minutos, desde las 18.57 hasta las 19.34, en que el presidente no llamó a nadie ni utilizó su teléfono para enviar ningún mensaje, según el listado de llamadas entregado a las Corts Valencianes. El rotativo destaca que durante aquella hora murieron más de 80 personas, de acuerdo con el sumario de la causa, ya que la riada se cebó en los pueblos de la comarca de l’Horta Sud, sin que la Generalitat enviara ninguna señal de alerta a la población hasta las 20.11 horas.
Un testigo contradice la versión oficial
Maribel Vilaplana aseguró por carta a la jueza que la comida terminó entre las 18.30 y las 18.45, sin que la Generalitat lo haya desmentido nunca. Mazón abandonó El Ventorro sobre las 18.45 y el president y su equipo han repetido, sin dar nunca ningún detalle de las horas, que después fue al Palau de la Generalitat, un trayecto que se puede recorrer a pie en 10 minutos a un ritmo pausado, siguiendo el itinerario que él mismo ha sugerido. Allí, el president estuvo trabajando en su despacho oficial y “haciendo llamadas” antes de desplazarse, sobre las 20.00 horas, al Cecopi. Pero un testigo al que ha tenido acceso El País, y que pide guardar el anonimato, afirma que Mazón llegó a su despacho poco antes de las 20.00 y se marchó enseguida. Las imágenes de seguridad del Palau de la Generalitat fueron borradas quince días después y no se ha hecho público el recorrido del coche oficial. Entonces, se pregunta: ¿dónde estuvo el president durante esta hora aproximada que transcurrió desde que salió del restaurante hasta que llegó a su despacho?
El relato contradictorio que se ha ofrecido desde la Generalitat no contribuye a responder la pregunta, dado que las primeras versiones afirmaron que Mazón llegó al Cecopi, situado en L’Eliana, a veinte minutos de la sede del Gobierno, a las 19.00 o las 19.30, precisamente el agujero temporal que se ha convertido en un misterio. Y posteriormente, una imagen grabada de su aparición en el centro de emergencias confirmó que el presidente entró al Cecopi, exactamente a las 20.28. Y no se pudo verificar a través de las cámaras del Palau de la Generalitat las horas en las cuales entró y salió porque las imágenes fueron borradas 15 días después de la DADA por no haber sido requeridas por ninguna autoridad, según ha justificado la Generalitat valenciana.
En este intervalo (18.57 h–19.34 h), Mazón estuvo incomunicado, sin hacer ni recibir llamadas, pese a la gravedad de la situación. A las 20.10 se comunicó con Salomé Pradas, la consejera de Interior, una llamada que, como recuerda el diario, el presidente omitió al hacer pública por primera vez su lista de llamadas el 24 de febrero en Madrid. Un minuto después de hablar con ella, a las 20.11, el Cecopi envió el Es Alert a los móviles de la ciudadanía. Cuando ya se habían producido la mayoría de las muertes.