“El Gobierno se abre a la prórroga nuclear si no encarece el recibo”. Este es el titular que abría esta mañana El País, que aludía a la disponibilidad de la Moncloa a una extensión de las centrales nucleares bajo ciertas condiciones. Son los requisitos que planteó Pedro Sánchez en mayo cuando compareció en el Congreso para dar explicaciones sobre el apagón general del 28 de abril. El calendario de cierre de las nucleares fue pactado en 2019 entre las cuatro empresas propietarias de las centrales que hay en España (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP), la empresa pública de gestión de residuos (Enresa) y el Gobierno. Ahora, ha habido un intercambio epistolar entre Endesa e Iberdrola y la ministra Sara Aagesen, que se ha limitado a mantener y recordar la hoja de ruta que el presidente español puso encima de la mesa hace dos meses y medio.

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¿Qué ha pasado? Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico relatan que en junio recibieron una carta de Endesa e Iberdrola relativa a la prolongación de la vida útil de varias centrales nucleares. La misiva no la suscribían ni Naturgy ni EDP, que son las otras dos compañías firmantes del protocolo de cierre de 2019. De entrada, desde el entorno de Sara Aagesen recuerdan que en varias centrales, como Almaraz (en Extremadura), hay una comunidad de bienes que “obliga a la unanimidad de los partícipes, con independencia de su porcentaje de participación”. Y esto no se daba en este caso. Las mismas voces señalan que la carta era una “declaración de intenciones” que “en ningún caso era una petición formal” y apuntan que “plantea modificar el vigente marco normativo de las centrales, en perjuicio de consumidores y ciudadanos”, dado que, entre otras cosas, apostaba por “reducir la tributación de las instalaciones”. 

“Por lo tanto, el planteamiento de las dos empresas no cumple con las tres líneas rojas establecidas por el Gobierno para tramitar una petición formal”, subrayaban. Las tres condiciones son que haya seguridad para las personas, que se garantice la seguridad de suministro y que no suponga un mayor coste para los ciudadanos. El ministerio de Aagesen trasladó esta posición por carta a ambas compañías y, desde entonces, “ninguna de las empresas ha trasladado que pretenda renunciar a sus peticiones iniciales”. Así que “no hay negociación abierta ni cambio de posición de ninguna de las partes”, remachan. “No ha habido ninguna novedad a este respecto”, ha verbalizado esta mañana el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, en una entrevista en Las Mañanas de RNE. “Esas condiciones a día de hoy no se cumplen”, ha reiterado. Y ha reconocido que en caso de que se cumplan en el futuro, el ministerio estudiaría la propuesta. “A día de hoy, no tenemos ninguna petición de ampliación”, ha concluido.

Yolanda Díaz: “Hace años que España tiene este debate cerrado y los plazos de cierre son muy claros”

Desde Sumar, la respuesta ha llegado, con preocupación y con un advertimiento, a través de las redes sociales. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha esgrimido en Bluesky que “aumentar la extensión de la vida útil de las nucleares camina en dirección contraria al proyecto de transición ecológica del Gobierno de España y del despliegue de energías renovables”. “Hace años que España tiene este debate cerrado y los plazos de cierre son muy claros”, ha añadido. “No vamos a permitirlo”, ha apostillado. El acuerdo entre el PSOE y Sumar firmado en octubre de 2023 para posibilitar la investidura de Pedro Sánchez dejaba claro que el ejecutivo haría un cierre de las nucleares “planificado, seguro, ordenado y justo socialmente”, “escalonando el cese de operación de todas las centrales españolas entre 2027 y 2035” y “continuando los instrumentos ya desarrollados en la Estrategia de Transición Justa”.

Aumentar la extensión de la vida útil de las nucleares camina en dirección contraria al proyecto de transición ecológica del Gobierno de España y del despliegue de energías renovables. Hace años que España tiene este debate cerrado y los plazos de cierre son muy claros. No vamos a permitirlo.

— Yolanda Díaz (@yolandadiaz.bsky.social) 31 de juliol del 2025, a les 10:55

Pedro Sánchez, en mayo: “No vamos a obligar a los ciudadanos a pagar más para que las empresas se sigan forrando”

Si las empresas acuerdan entre ellas otro calendario distinto, nosotros las escucharemos”, verbalizó Pedro Sánchez en mayo. Fue entonces cuando planteó la necesidad insoslayable que se cumplan “tres requisitos de absoluto sentido común” para acceder a una extensión de la vida de las centrales nucleares: la garantía para la “seguridad de los ciudadanos”, la conveniencia para “garantizar la seguridad del suministro eléctrico” y la necesidad que sea “económicamente viable” y que, por lo tanto, “no sea a costa del bolsillo del contribuyente, sino a costa del bolsillo de los ultrarricos que presiden las grandes energéticas que son propietarios de las centrales nucleares”. “Lo que no vamos a hacer es obligar a los ciudadanos españoles a arriesgar su salud o tener que pagar más factura de la luz para que determinadas empresas se sigan forrando”, argumentó.

La ley del PP para alargar la vida de las nucleares avanzó en el Congreso gracias a la abstención de Junts

Hace un mes y medio, la ley que impulsó el PP para prolongar la vida de las centrales nucleares superó su primer examen parlamentario. Lo hizo gracias al apoyo de Vox y a la abstención de Junts. Es una norma que define las condiciones de operación y cese de las instalaciones nucleares y que introduce criterios de seguridad de suministro entre los posibles supuestos que se pueden dar para mantener la operativa nuclear. Por su parte, el Parlament pidió el cierre de las nucleares con el apoyo de ERC, la abstención de Junts y el voto en contra (y a favor de las nucleares) del PP, Vox y Aliança Catalana.

“Para una electricidad estable hace falta un mix energético equilibrado. Sin un equilibrio entre energías estables y energías con mucha oscilación, no hay garantía de suministro”, justificó en mayo Alberto Núñez Feijóo desde el atril del Congreso. A posteriori, en una entrevista en Onda Cero, especificó su hoja de ruta: “Le guste o no le guste a las eléctricas, si considero que para mi país es fundamental tener energías nucleares, le obligaré a prorrogarlas, por supuesto. Usted decide lo que hace o lo que no hace, siempre y cuando no ponga en riesgo la seguridad nacional”, defendió.