Las centrales nucleares en España tienen previsto su cierre escalonado entre 2027 y 2035. El calendario fue pactado en 2019 entre las empresas propietarias de las centrales (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP), la empresa pública de gestión de residuos Enresa y el Gobierno, y está recogido en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Pero existe un debate político —la oposición está a favor de la prolongación de la vida de las nucleares—, social y económico para prolongar la vida de las centrales. Aunque hay partidos como el PP y sectores que piden la revisión de este calendario, y el Gobierno se ha mostrado abierto a revisarlo si no supone un aumento del coste eléctrico y se cumplen requisitos de seguridad y suministro, el acuerdo original y el calendario de cierre continúan vigentes hoy día. La iniciativa principal para prolongar la vida de las centrales nucleares en España la están liderando Iberdrola y Endesa, que a principios de junio presentaron una propuesta al Gobierno para extender el calendario de cierre pactado en 2019. Estas compañías argumentan que el cierre nuclear podría elevar los costes eléctricos y proponen la extensión de la vida útil de las plantas, siempre que haya una reducción de impuestos y tasas que afectan a la operativa nuclear, como la tasa Enresa y otros gravámenes autonómicos y estatales sobre residuos y combustible gastado. Ahora, según El País, el Gobierno de Pedro Sánchez está dispuesto a abrir la puerta a la continuidad de la energía nuclear, pero ha puesto condiciones, según explica este jueves El País, y la principal, es que esta prolongación no implique encarecer el recibo de la luz.
Las líneas rojas del ejecutivo
Según explica el rotativo de Prisa, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, comunicó por carta a Iberdrola y Endesa las condiciones para considerar la prórroga de las nucleares, y estas son claras y responden a tres líneas rojas: garantías del suministro y de la seguridad, y que el coste no recaiga en los consumidores encareciendo el recibo de la luz. Según el documento al que ha tenido acceso El País, se abre una eventual revisión del calendario nuclear, siempre que se cumplan estos requisitos. En primer lugar, Aagesen reitera que la prórroga no puede suponer un coste extra para los consumidores. En segundo término, que tienen que cumplirse los requisitos que determine el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en materia de seguridad nuclear. Y finalmente, considera imprescindible que se garantice la seguridad de suministro de acuerdo con las exigencias del operador del sistema eléctrico (Red Eléctrica). Los CEO de las compañías, Mario Ruiz-Tagle (Iberdrola España) y José Bogas (Endesa), respondieron afirmativamente a las exigencias del Gobierno. Según explica el rotativo: "Además de cumplir con los requisitos de seguridad nuclear y de suministro, estiman que el actual calendario de cierre sí que implicará un coste añadido para los consumidores, que se evitaría prolongando la vida de algunas centrales".
El tsunami del Pacífico se queda en amenaza
La noticia de El País convive con la fotografía que ilustra el otro tema principal presente en la mayoría de las portadas de este jueves, y es las alarmas de tsunami que sonaron en la mayoría de los países costeros del Pacífico a causa del gran terremoto de 8,8 que sacudió la tierra en la costa oriental de Rusia, en la península de Kamchatka, uno de los más potentes vividos este siglo. Aunque el megaterremoto activó una cadena de alertas globales, no se lamentaron víctimas mortales y se quedó en una amenaza que provocó algunos daños materiales (sobre todo en la isla de Paramuixir, en el archipiélago de las Kurils, que es la imagen que se repite en varias portadas), aunque sí obligó a realizar evacuaciones masivas en varios países por el temor a olas gigantes que no se produjeron.
El ABC es de los pocos diarios que no recoge el tsunami en su portada, dedicada a Sánchez, que explica que ha citado al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero durante las vacaciones en Lanzarote "para salvar la legislatura", que pasa por las negociaciones con Carles Puigdemont. El otro tema que manda en la portada del decano de la prensa conservadora es Gaza y el hambre que sufren los palestinos, que ilustra la portada con una imagen de una mujer embarazada que tiene a su hijo desnutrido en brazos. El Mundo, por su parte, dedica el titular principal de su portada al cierre del gran centro de inmigrantes del Gobierno en Madrid, donde el ejecutivo había anunciado que instalaría a 400 menores solicitantes de asilo. El cierre ha sido ordenado por el Ayuntamiento de Pozuelo, en manos del PP de Ayuso, porque la instalación no dispone de licencia de uso residencial.
Vivienda insuficiente en Barcelona y pérdida de pequeños comercios
Con respecto a los diarios catalanes, unidad en torno a las imágenes dedicadas a las alertas del tsunami y disparidad en los titulares principales de las portadas. La Vanguardia lo dedica a la crisis inmobiliaria y asegura que "Barcelona solo tiene capacidad para construir 70.000 pisos más", y eso significa que el margen que le queda a la capital catalana para levantar vivienda nueva es insuficiente para atender la demanda creciente y atomizada. El Periódico, por su parte, abre la edición con las conclusiones de un informe sobre nuevas dinámicas de consumo elaborado por la Fundación BBVA, según el cual, España ha perdido en cinco años 27 comercios al día. La venta detallista consolida la concentración que empezó después de la covid mientras se duplican las compras por internet, explica el rotativo, y los supermercados ganan peso frente a los hipermercados, explica el rotativo.







