Blanca Serra Puig (Barcelona, 1943) ha comparecido este lunes ante la fiscal de Memoria Democrática y Derechos Humanos de Barcelona para declarar y describir las torturas que sufrió ella y su hermana Eva —historiadora, que murió en 2018— a manos de agentes de la Brigada Politicosocial en la Jefatura de la Policía española de Via Laietana, en febrero de 1977, y  en tres ocasiones más hasta 1982. Acompañada en las puertas de la Ciutat de la Justícia por representantes de Irídia y Òmnium Cultural —impulsoras de la denuncia—, además de la ANC y entidades memorialistas, y antes de la declaración, Serra ha sido muy sincera. "Es una situación nueva para mí y para la Fiscalía. No confío mucho. Soy independentista y el tema continuará, hace falta una situación más dura. El derecho a la autodeterminación no se ha alcanzado".

Ciertamente, la declaración de Serra es el primer paso de la pionera investigación de torturas perpetradas durante el franquismo que la Fiscalía ha abierto en el Estado español. "¡¡Fuerza, fuerza!!", le han gritado cerca de un centenar de personas que con banderas independentistas han acompañado a la activista, de 82 años y que anda con ayuda de un andador.

"Me costará digerirlo"

La fiscal de Memoria de Barcelona, Sara Expósito, ha grabado la declaración de Blanca Serra, que ha durado unas dos horas. Ha sido acompañada por el historiador Julià de Jòdar, como persona de confianza escogida. "Me costará digerirlo porque siempre he sido  acusada y no parte acusadora", ha declarado Serra, al salir de la Fiscalía, acompañada de sus abogados, Sònia Olivella y Brian Ventura, que esperan el impulso firme de la Fiscalía en la investigación, y que ahora pida las diligencias que solicitaron, como por ejemplo los expedientes policiales, visita a la Via Laietana e informe psicológico.

En este sentido, la activista ha añadido que con su caso espera que "se abran los archivos policiales y judiciales", de las torturas del franquismo a la disidencia.  Y es que Irídia, antes de presentar la denuncia a la Fiscalía, pidió los archivos policiales y judiciales contra Serra, y ninguna administración se lo ha entregado, excusándose con la ley de Patrimonio y de Protección de Datos. Tenían el permiso de Blanca Serra, pero los  archivos, como el de Salamanca, exigían a Irídia el permiso del resto de personas que salen en el expediente, con la incongruencia que no saben quién hay, al no tenerlo. Y nada consiguieron.

"Las torturas no prescriben"

En la entrada de los juzgados, la directora de Irídia, Anaïs Franquesa, ha destacado "la perseverancia y la valentía" de Blanca Serra para seguir denunciando las vejaciones sufridas, como otros activistas. "Es una superviviente de torturas y los derechos de lesa humanidad no prescriben nunca", ha manifestado Franquesa.

Por su parte, el presidente Òmnium, Xavier Antich, ha denunciado que "hace 50 años que se intentan sepultar las investigaciones de torturas del franquismo en sede judicial", haciendo referencia a las dos querellas desestimadas de Carles Vallejo y los hermanos Maribel y Pepus Ferrandiz. Magistrados y tribunales del Estado español mantienen el criterio del Tribunal Constitucional de que la actuación de la policía franquista está amparada por la ley de Memoria de 1977, que no se ha derogado con la nueva ley de Memoria española de 2022. La expresidenta del Parlament, Laura Borràs; el presidente del Consell per la República, Jordi Domingo, y el presidente de la ANC, Lluís Llach, también han apoyado a la lingüista.

Blanca Serra, acompañada con representantes de las entidades y la ciudadanía, este lunes en las puertas de los juzgados. / Foto: Carlos Baglietto

Via Laietana, entidad de memoria

Preguntada sobre qué espera de la declaración, Blanca Serra, ha contestado: "Que se hable. Que los jóvenes sepan qué pasó. Y que Via Laietana 43 sea un espacio de memoria", y ha añadido: "No puede ser que en la planta primera estén los torturadores y en la segunda los torturados". Inicialmente, el Gobierno del PSOE quiere resignificar la comisaría de Via Laietana, sin que se marche la policía española. Una propuesta totalmente rechazada por las entidades. Precisamente, este martes, la Comisión de la Dignidad convoca una nueva concentración delante del edificio para reclamar el cambio de usos, además de gritar los nombres de los torturadores.

¿Las torturas de 1982 al juzgado?

Blanca y su hermana Eva también fueron detenidas y vejadas cuatro veces: el 1977, el 1980, el 1981 y 1982. Las tres últimas están fuera del ámbito de la ley de memoria, que incluye hechos hasta la proclamación de la Constitución. En concreto, la última detención de Blanca y Eva Serra fue en 1982 por manifestarse contra la ley de la LOAPA, que cerraba todo autogobierno, y para llevar una pancarta con el lema Independencia. Fueron acusadas de ultraje a la unidad de la nación española y pasaron dos meses en la prisión de la Trinitat.