Donald Trump ha vuelto a convertir el diario The New York Times en su blanco preferido, después de que este medio publicara un artículo que cuestiona su estado físico y mental a causa de la edad. El texto, publicado este martes, pone el acento en supuestos “signos de fatiga” que habría exhibido durante su segunda estancia en la Casa Blanca, así como en el hecho de que, en los últimos meses, el presidente de los Estados Unidos habría reducido su presencia en actos públicos, habría acortado sus discursos y habría hecho referencias frecuentes “a la muerte y a la otra vida”. Trump no ha tardado en reaccionar y, este miércoles, a través de su red Truth Social, ha cargado contra los “lunáticos de izquierda radical del New York Times”, a los que ha calificado de “periódico en extinción”, y ha negado rotundamente cualquier pérdida de energía. “Los hechos demuestran exactamente lo contrario”, ha afirmado.
Trump ha ido más allá en su reacción y ha centrado buena parte de sus críticas en una de las autoras del artículo, la corresponsal de la Casa Blanca Katie Rogers. En un ataque cargado de descalificaciones personales, el presidente estadounidense la ha descrito como una "reportera de pacotilla, fea tanto por dentro como por fuera", y ha asegurado que su única función dentro del diario es "escribir cosas malas" sobre él. Trump ha añadido que, a pesar de las constantes críticas por parte de The New York Times, continúa liderando las encuestas y alcanzando "cifras de inversión récord". "Los asquerosos del decadente New York Times están de nuevo en acción. Todo deliberadamente negativo. Este barato diario sensacionalista es realmente un enemigo del pueblo", ha rematado, recuperando así una expresión que ha utilizado reiteradamente para desacreditar a la prensa crítica con su administración.
El líder de la Casa Blanca ha aprovechado también para reivindicar su supuesta fortaleza física y política, presentándose como un líder en plena forma. “Ganaré las elecciones presidenciales de 2024 por una amplia mayoría, ganando los siete estados clave, el voto popular y los colegios electorales por mayoría”, ha afirmado. El presidente ha asegurado que durante su corto mandato ha “resuelto ocho guerras”, ha impulsado “48 nuevos máximos bursátiles” y ha situado a los Estados Unidos en una posición de respeto “como nunca antes”. Todo ello, ha remarcado, solo es posible gracias a una “gran cantidad de trabajo y energía”, insistiendo en que “nunca” se había “esforzado tanto” en toda su vida. Trump ha concluido que, a pesar de que “llegará el día” en que su energía decaiga —“a todos nos pasa”—, esto no es inminente. “Con un examen físico perfecto y una prueba cognitiva recién hecha (que bordé), no será ahora”, ha sentenciado
Guerra abierta
Trump mantiene una guerra abierta con The New York Times, uno de los medios que ha señalado reiteradamente por supuestamente ir en su contra. Esta confrontación llegó a uno de sus puntos álgidos a principios de año, cuando el presidente interpuso una demanda por difamación contra el diario, reclamando 15.000 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios por un intento de perjudicar su “reputación empresarial, personal y política”. Sin embargo, el proceso judicial se giró en contra del republicano. Un juez federal desestimó la demanda, argumentando que no cumplía con los requisitos legales básicos exigidos por la legislación de los Estados Unidos. En una resolución especialmente contundente, el juez de distrito Steven Merryday consideró que el texto presentado no era una argumentación jurídica sólida, sino un escrito cargado de “invectivas inadmisibles” que intentaba transformar la sala del tribunal en un escenario para una disputa política.
