Una multitud ultra presidida por Donald Trump ha convertido el funeral de Charlie Kirk en un mitin, en el que se ha presentado al activista como un mártir moderno de la causa de la extrema derecha. "Fue un terrible atentado contra Estados Unidos de América. Fue un atentado contra nuestras libertades más sagradas y nuestros derechos fundamentales, otorgados por Dios. El arma estaba apuntada contra él, pero la bala iba dirigida contra todos nosotros, contra cada uno de nosotros", ha dicho el presidente de EE.UU., en un evento que parecía más bien un funeral de Estado y que se ha celebrado este domingo de madrugada.
Trump aparecía en el escenario del estadio State Farm de Arizona una hora más tarde de lo previsto y, ante una multitud de unas 73.000 personas, se ha referido a Kirk como "mártir" y "el mayor evangelista de la libertad estadounidense", además de calificarlo de "héroe nacional", uno de los "mayores patriotas de la historia de EE.UU." y una de las "figuras más influyentes" de las elecciones presidenciales que lo retornaron al poder en noviembre de 2024. En medio del griterío de los presentes, Trump también ha recordado que le otorgaría de forma póstuma la Medalla Presidencial de la Libertad, el principal honor civil que se entrega en el país.
Antes del presidente, la viuda del activista ultraderechista, Erika Kirk, había subido al escenario vestida de blanco para dedicar unas palabras a su marido. Entre lágrimas, la ahora directora ejecutiva de Turning Point —la organización fundada por Kirk para promover valores extremistas entre los jóvenes de EE.UU.— ha asegurado que perdona a Tyler Robinson, el joven de 22 años sospechoso de haberlo asesinado. "Mi marido quería salvar a jóvenes, como el que le quitó la vida (...). A este hombre, a este joven, lo perdono. Lo perdono porque fue lo que hizo Cristo y es lo que Charlie haría", ha dicho.
El funeral se ha alargado durante casi cinco horas y ha contado con la intervención de otros miembros de la Administración Trump, como el vicepresidente, JD Vance, el político más próximo al activista ultra y uno de los más ovacionados de la jornada. Como el presidente, Vance también ha atribuido parte de su triunfo electoral al legado de Kirk. "Toda la administración está aquí y no solo porque era nuestro amigo, sino porque gracias a él estamos aquí", ha dicho. El subjefe de Gabinete de la Casa Blanca, Stephen Miller, ha protagonizado el discurso más enfervorizado de la jornada, cuando ha señalado el asesinato de Kirk como parte de una ofensiva contra el movimiento conservador: "Creíste que podías matar a Charlie Kirk. Lo hiciste inmortal. Inmortalizaste a Charlie Kirk, y ahora millones continuarán su legado". También destacar que Trump volvió a coincidir con Elon Musk, después de su divorcio.
Con todo esto, es suficiente para ver cómo todos los líderes han evidenciado la consolidación definitiva del vínculo entre el conservadurismo cristiano y el trumpismo. Por ejemplo, el propio presidente ha asegurado que el activista buscaba "traer de vuelta a Dios al país"; el secretario de Estado, Marco Rubio, ha comparado la labor de Kirk con la de Jesucristo, ya que era conocido por acercarse a los jóvenes en las escuelas para promover los valores del Partido Republicano; el secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha asegurado que la traducción de Kirk del alemán significaba "iglesia", de forma que todo el mundo presente en el funeral se encontraba "en la iglesia de Charlie", y Vance ha asegurado que se había sentido intimidado a la hora de hablar de su fe en Dios, pero que eso había cambiado desde la muerte del activista: "He hablado más de Jesús en las últimas dos semanas que en toda mi vida, este es un innegable legado de Kirk".
Desde la madrugada, decenas de miles de personas esperaban en los alrededores del estadio State Farm de Arizona, decididas a rendir homenaje al activista asesinado el pasado 10 de septiembre en la Universidad de Utah. "Libertad" y "Yo soy Charlie Kirk" han sido los principales lemas, en camisetas y carteles decorados con los colores patrios. El evento ha recibido la calificación más alta de seguridad del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y ha contado con discursos de otros líderes de ultraderecha como el agitador Tucker Carlson y el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr.. Precisamente, ha habido un anuncio relacionado con la salud (y alejado del funeral): en las horas siguientes al acontecimiento, se anunciará un supuesto tratamiento para el autismo, y su supuesto vínculo con el paracetamol. Como decíamos, un funeral que ha parecido más bien un mitin político.