Un funeral a lo grande es el que recibirá este domingo el activista ultraderechista y colaborador trumpista Charlie Kirk que fue asesinado el pasado 12 de septiembre al ser disparado en el cuello presuntamente por Tyler Robinson, un joven de 22 años, que se enfrentará a la pena de muerte. El State Farm Stadium de Glendale (Arizona), el estadio de los Arizona Cardinales del NFL, acogerá este domingo (ocho de la noche hora catalana) un multitudinario funeral de despido. Turning Point USA, la organización fundada por Kirk en el 2012 con el objetivo de promover valores conservadores entre estudiantes de preparatorias y universidades en los Estados Unidos, ha pedido a los asistentes que acudan con lo que llaman su "Sunday Best", es decir, vestimenta del domingo formal, preferiblemente en colores rojo, blanco y azul, en homenaje a los tonos de la bandera norteamericana. Además, la organización ha establecido una prohibición estricta de bolsas, incluidas las transparentes habitualmente aceptadas en el estadio. Quien llegue con mochilas o bolsas tendrá que devolverlas al vehículo y reincorporarse al final de la cola. También se ha pedido a los fieles que no lleven flores ni objetos al recinto, sino que, si quieren hacer un tributo, lo envíen a la sede de TPUSA en Phoenix o bien contribuyan con donaciones.

Colas kilométricas horas antes

Aunque las puertas no abrirán hasta las ocho de la mañana hora local, ya desde la madrugada las colas eran kilométricas. Miles de simpatizantes llegados de todo el país, muchos de ellos jóvenes conservadores, se han concentrado en los alrededores del recinto para asegurarse un asiento. La organización advierte que las plazas serán limitadas y de asignación "primero llegado, primero servido". Para los que se queden fuera, se ha habilitado la arena vecina Desert Diamond, con capacidad para 20.000 personas.

Seguridad al nivel de una Super Bowl

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha elevado el funeral a la categoría máxima de riesgo, equivaliendo a la de una Super Bowl. Eso ha implicado el despliegue de centenares de agentes del Servicio Secreto, entre 500 y 800 según varias fuentes, refuerzo policial, vigilancia aérea y terrestre, así como puestos de control situados a casi un kilómetro del estadio. La tensión se ha intensificado después de que el viernes un hombre armado fuera detenido en el interior del recinto haciéndose pasar por policía con credenciales falsas. Aunque las autoridades no han confirmado ninguna amenaza concreta, sí que admiten haber detectado "amenazas de credibilidad desconocida" contra el memorial y algunos de los altos cargos que participarán.

Una ceremonia con tono de Estado

El funeral, bajo el lema "Construyendo un legado: recordando a Charlie Kirk", tendrá la dimensión de un funeral de Estado. Aparte del presidente Donald Trump, serán el vicepresidente JD Vance —amigo íntimo de Kirk-, su viuda Erika Kirk, y miembros destacados del gabinete como Marco Rubio (secretario de Estado), Pete Hegseth (Defensa) y Robert F. Kennedy Jr. (Salud). La Casa Blanca ha confirmado que dos aviones gubernamentales se han desplazado hasta Arizona con personal y altos cargos, un reflejo del impacto político que la figura de Kirk ha adquirido a raíz de su asesinato. Además, Donald Trump Jr. y otras figuras clave del movimiento MAGA también intervendrán en el acto, que combinará elementos de memorial con la puesta en escena propia de los mítines del trumpismo: música, registros de electores y llamamientos a las donaciones.