"Israel ha cometido genocidio contra los palestinos en Gaza", ha declarado este martes una comisión internacional independiente de investigación nombrada por la ONU. Según sus investigaciones, que tienen como punto de partida el día de los ataques de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, "las autoridades israelíes y las fuerzas de seguridad israelíes cometieron cuatro de los cinco actos genocidas", de acuerdo con la definición de este crimen en el Derecho Internacional. La investigación engloba los casi dos años de asedio militar israelí sobre la franja palestina, que han causado casi 65.000 muertos —entre ellos, más de 19.000 niños—.
El informe recoge así asesinatos, lesiones graves a un número masivo de civiles con munición pesada en zonas pobladas, un asedio que ha causado hambruna, destrucción sistemática de centros de salud y educativos, violencia sexual, ataques contra niños en colas de distribución de ayuda, ataques a campos de refugiados y rutas de desalojo, desplazamientos forzosos, destrucción de viviendas y bombardeos durante treguas. La comisión también señala que la esperanza de vida en la Franja de Gaza antes de estallar la guerra el 2023 era de 75,5 años y ahora es de 34,9.
El equipo independiente al que la ONU ha encargado la tarea de investigar los hechos lo ha dirigido Navi Pillay, jurista sudafricana que presidió el Tribunal Penal Internacional creado a raíz del genocidio en Ruanda —tribunal que mantiene una orden de detención internacional contra Benjamin Netanyahu—, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos de 2008 a 2014 y una de las personalidades más reputadas del mundo en este ámbito. Ella y su equipo señalan directamente en su informe al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu; al presidente, Isaac Herzog; y al exministro de Defensa Yoav Gallant, porque "incitaron a cometer genocidio".
La comisión acusa a Israel de "matar, causar daños físicos o mentales graves, infligir deliberadamente condiciones de vida calculadas para causar la destrucción total o parcial del pueblo palestino e imponer medidas para impedir los nacimientos". Así las cosas, se trata de cuatro de los cinco criterios que figuran en la definición de genocidio que establece la Convención para la Prevención y la Sanción de este delito que aprobó la Asamblea General de la ONU en 1948, tras los hechos de la Segunda Guerra Mundial y el horror del Holocausto. El quinto criterio es el traslado forzoso de menores, del cual la comisión que dirige Pillay no ha identificado pruebas.
Exigen a Israel un alto el fuego y que levante el cerco militar
Asimismo, los autores del informe exigen a Israel un alto el fuego definitivo y que levante el bloqueo militar a la Franja de Gaza para que se garantice la entrada de ayuda humanitaria a gran escala, donde centenares de miles de gazatíes se amontonan en campos de refugiados azotados por el hambre y las enfermedades. La comisión también insta al gobierno de Benjamin Netanyahu que ponga fin a las actividades de la Fundación Humanitaria de Gaza, la organización privada que opera al margen de la ONU y que distribuye la ayuda a cuentagotas en el enclave palestino con el beneplácito de Israel.
Israel tilda el informe de "falsedades de Hamás" y acusa a los autores de "antisemitas"
El gobierno israelí, por su parte, ha negado las reiteradas acusaciones de genocidio que han emanado de organismos internacionales, entidades humanitarias y gobiernos de numerosos países. El Ejecutivo de Netanyahu se ha amparado en su derecho a defenderse de Hamás y ha justificado la ofensiva militar sobre territorios palestinos alegando que por su seguridad debe hacer desaparecer todo resquicio del grupo islamista, así como también ha acusado de antisemitas a quienes han criticado su acción contra la población palestina.
De hecho, al conocerse el informe encargado por la ONU, el gobierno israelí ya se ha pronunciado y lo ha tildado de "falso". El Ejecutivo de Netanyahu sostiene que se basa en "falsedades de Hamás, blanqueadas y repetidas por otros". El Ministerio de Exteriores de Israel ha acusado los autores del informe de actuar "como representantes" del grupo islamista y ha asegurado que son "conocidos por sus posturas abiertamente antisemitas". "Israel rechaza categóricamente este informe distorsionado y falso y exige la disolución inmediata de esta comisión de investigación", concluye el gobierno israelí en un comunicado.