China ha declarado la alerta sanitaria ante un brote preocupante del virus chikungunya, una infección transmitida por mosquitos que ya ha afectado a más de 5.000 personas, con 2.800 nuevos casos detectados solo la última semana en la provincia meridional de Guangdong. Para contener la propagación, las autoridades han adoptado una medida tan sorprendente como insólita: liberar mosquitos depredadores gigantes que se alimentan de las larvas del Aedes aegypti, la especie principal transmisora del virus. Así, la región convive ahora con una nueva plaga —mosquitos contra mosquitos— en un intento de frenar una epidemia que se expande a ritmo vertiginoso. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades ha advertido que este año ya se han registrado 240.000 casos y 90 muertes en al menos 16 países, un aumento atribuido a las adaptaciones virales que han hecho al chikungunya más contagioso desde el 2004.

La rápida escalada del brote ha encendido las alarmas internacionales. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos ha confirmado que emitirá un aviso de viaje a China, a raíz del incremento sostenido de casos de chikungunya, una infección potencialmente mortal. Según ha explicado un portavoz del CDC al diario The Independent, la agencia norteamericana "es consciente del brote notificado en la provincia de Guangdong y actualmente está evaluando el tamaño y el alcance". Desde Atlanta, sede de la agencia federal, se emiten estos tipos de alertas sanitarias para advertir a los viajeros de riesgos específicos y ofrecer pautas de prevención en situaciones de epidemias o desastres naturales.

Ante la dimensión creciente del brote, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha hecho un llamamiento urgente a la acción para evitar que se repita una epidemia global como la que provocó el chikungunya hace dos décadas. Según ha alertado la agencia sanitaria de las Naciones Unidas, se han detectado nuevos focos de contagio relacionados con la región del océano Índico que ahora se están extendiendo hacia Europa y otros continentes. Diana Rojas Alvarez, oficial médica de la OMS, ha advertido que "unos 5.600 millones de personas viven en zonas de los 119 países donde hay riesgo potencial de infección por el virus".

Riesgo de propagación

El virus chikungunya se transmite mediante la picadura de un mosquito infectado, especialmente de la especie Aedes aegypti, la misma que propaga el dengue y el virus Zika. Se han registrado brotes en todo el mundo: desde África hasta las islas del Pacífico, pasando por América, Europa y gran parte de Asia. Según las directrices del CDC, hay un riesgo real que viajeros infectados puedan traer el virus a zonas que hasta ahora estaban libres de la enfermedad. La infección provoca fiebre alta y dolores articulares muy intensos y puede llegar a afectar al sistema nervioso. Su resistencia al tratamiento médico genera una especial preocupación entre los profesionales de la salud, ya que, a estas alturas, no hay ningún medicamento específico contra la enfermedad. Ante este escenario, se recomienda extremar las precauciones para evitar picaduras de mosquitos, especialmente en zonas de riesgo.