Con la llegada del calor, pocas cosas resultan tan deseadas como una cerveza bien fría. El problema aparece cuando nos damos cuenta de que todas están a temperatura ambiente y no hay tiempo que perder. Los métodos clásicos, como envolver las botellas en papel húmedo y meterlas al congelador, suelen tardar demasiado o ser poco eficaces si se tiene prisa. Pero gracias a un truco que se ha hecho viral, compartido por un químico y divulgador científico conocido como @breakingvlad, ahora sabemos cómo enfriar cervezas de manera mucho más rápida usando un ingrediente que todos tenemos en casa: la sal. Este truco no solo es útil, sino que también tiene una base científica clara y comprobada, y permite disfrutar de una cerveza fría en cuestión de minutos, sin necesidad de aparatos ni procesos complejos.

El truco de un químico para enfriar rápido las cervezas

El secreto está en mezclar hielo con sal dentro de un recipiente donde se puedan sumergir las cervezas. A simple vista parece una solución casera más, pero lo interesante es cómo actúa este método a nivel químico. Cuando se añade sal al hielo, se produce una reacción endotérmica, lo que significa que el proceso absorbe energía del entorno. ¿Y de dónde toma esa energía? Pues principalmente de las propias cervezas, lo que hace que empiecen a enfriarse casi de inmediato. Este fenómeno no se detiene ahí, ya que entra en juego otro principio llamado descenso crioscópico, que permite que el punto de congelación del agua baje por debajo de los 0 °C sin que llegue a congelarse del todo. Así, la mezcla resultante puede estar mucho más fría que el hielo solo, acelerando considerablemente el proceso de enfriamiento.

Añade sal al hielo y verás como el proceso se acelera / Foto: Unsplash

La sal ayuda a que la congelación del agua baje por debajo de los 0 ºC

Gracias a esta combinación, el sistema es capaz de absorber más calor en menos tiempo, bajando la temperatura de las botellas de manera uniforme y mucho más eficaz que otras técnicas comunes. En apenas unos minutos, las cervezas ya están listas para abrirse con ese sonido característico que anuncia que el calor pasará a un segundo plano. Lo mejor es que este método no necesita planificación previa, ya que con tener hielo y sal, dos básicos de cualquier cocina, podemos solucionar cualquier imprevisto cervecero en una reunión, una barbacoa o una tarde improvisada con amigos.

Podrás disponer de cerveza fría sin planificación ninguna / Foto: Unsplash

En definitiva, la química vuelve a demostrar que no solo sirve para laboratorios, sino también para salvar momentos y hacer más llevaderos los días de verano. Así que la próxima vez que tengas prisa por enfriar tus bebidas, ya sabes cuál es el truco: hielo, sal y ciencia aplicada.