En el corazón del Eixample barcelonés, donde el bullicio urbano se mezcla con el encanto de la arquitectura modernista, existe un rincón que pocos esperan descubrir. En pleno paseo de Sant Joan, uno de los ejes más vibrantes de la ciudad, donde conviven cafeterías de toda la vida y propuestas gastronómicas recién llegadas, se esconde un restaurante con jardín secreto que esconde una sorpresa aún más insólita: una fuente de cerveza infinita. Se trata de La Barcelonesa, una cervecería que, en menos de un año desde su apertura, ya se ha ganado un hueco privilegiado entre los imprescindibles del barrio para locales y visitantes.
El restaurante con una fuente de cerveza en su jardín secreto
El local está comandado por el chef Karel Schroder, quien compagina este proyecto con su trabajo en el restaurante Gyoza Bistró, donde da rienda suelta a su creatividad con gyozas de autor. Pero en La Barcelonesa el enfoque es diferente: aquí apuesta por una cocina casera, basada en la tradición catalana y española, pero revisitada con un toque personal. Tapas, raciones y platos de cuchara de los de toda la vida componen el grueso de una carta que cambia con las estaciones y que refleja la temporalidad de los ingredientes mediterráneos.

El interior del restaurante es amplio y acogedor, pero su joya oculta está en la parte trasera. Un jardín lleno de vegetación, perfecto para relajarse en los meses cálidos, acoge la famosa fuente de cerveza: una estructura de cerámica de inspiración modernista que dispensa cerveza directamente de un grifo. Esta curiosidad se ha convertido en uno de los reclamos más virales del restaurante, atrayendo tanto a amantes de la cerveza como a quienes buscan planes originales en la ciudad.
Más allá del efecto sorpresa, La Barcelonesa convence por su cocina sólida y honesta. Ofrece menús tanto a mediodía como por la noche. Durante el almuerzo, se puede optar por un menú con dos platos, bebida y café (17,50 €) o una versión reducida con un solo plato y bebida (10,50 €). Por la noche, el menú sube de nivel y de precio (22,50 €), con elaboraciones más trabajadas. En sus menús recientes han destacado platos como el carpaccio de berenjena con burrata y pesto, los tradicionales macarrones del cardenal, la raya con mantequilla negra o los canelones con ceps. Entre las tapas, destacan las croquetas de setas y trufa, el salmorejo con mousse de Mató y unas bravas reinterpretadas con chistorra y alioli de miso.

Un jardín secreto, una cocina de raíces y una fuente de cerveza: La Barcelonesa es mucho más que una cervecería. Es una experiencia gastronómica inesperada en pleno Eixample.