Elegir buenos nísperos en el supermercado puede parecer fácil, pero si lo que buscas es disfrutar de su sabor en su punto óptimo, hay ciertos detalles que conviene tener en cuenta. Esta fruta, de aspecto humilde, pero de sabor dulce, con un punto ácido muy característico, tiene una temporada corta, por lo que aprovecharla bien es fundamental para disfrutarla como merece. Los nísperos no solo son refrescantes y digestivos, sino que también aportan fibra, vitamina A y antioxidantes, por lo que incluirlos en la dieta durante la primavera es una excelente decisión.
Cómo elegir nísperos maduros
A la hora de escogerlos, lo primero que solemos hacer es fijarnos en el color. Los nísperos maduros deben tener un tono naranja intenso y uniforme, sin zonas verdes ni demasiado amarillas. Si están muy pálidos, probablemente hayan sido recolectados antes de tiempo y no tendrán el dulzor característico. No obstante, si están demasiado oscuros o con manchas marrones muy evidentes, podrían estar pasados o haber sufrido golpes durante el transporte. El equilibrio está en encontrar frutos que luzcan firmes, de piel lisa, sin arrugas ni magulladuras visibles.
Otro aspecto clave es el tacto. Al presionar suavemente, el níspero debe ceder un poco, sin llegar a hundirse. Si está muy duro, aún no ha alcanzado su punto óptimo de maduración y su sabor será más ácido. Si, por el contrario, se nota blando o con zonas muy blandas, es probable que esté pasado. También es buena señal si el fruto pesa más de lo que parece, lo que suele indicar que tiene buen contenido de jugo. Pero hay un detalle menos conocido que puede marcar la diferencia, y que casi nadie mira: el color del cáliz, es decir, la parte superior del fruto, justo donde estaba unido al tallo. En los nísperos maduros, esta zona suele estar seca y presenta un tono marrón claro. Si aún está verde o demasiado fresco, el fruto seguramente no ha terminado de madurar. Además, una curiosidad que pocos saben es que los mejores nísperos a menudo tienen pequeñas manchas oscuras en la piel, que no indican deterioro, sino mayor concentración de azúcares.
Por último, recuerda que los nísperos son muy delicados. Una vez comprados, es mejor consumirlos en pocos días y conservarlos en un lugar fresco, sin refrigerar si se van a comer pronto. En resumen, para elegir los mejores nísperos, no solo hay que mirar el color y el tacto, sino también prestar atención a detalles menos evidentes, como el estado del cáliz o esas motas oscuras tan reveladoras. Así te aseguras de llevar a casa una fruta en su punto justo de maduración.