En el mundo de la repostería hay nombres que son auténticos referentes, y uno de ellos es sin duda Christian Escribà, heredero de una de las sagas más famosas de pasteleros de Barcelona. A través de la cuenta de Instagram @escriba1906, el chef comparte auténticas joyas dulces que combinan tradición, innovación y un toque de espectáculo. Y su última creación ha sorprendido incluso a quienes pensaban que ya lo habían visto todo: una ensaimada caramelizada que no solo juega con la textura y el sabor, sino que también rompe moldes al introducir un relleno inesperado de jamón dulce y queso mozzarella. Sí, has leído bien: una ensaimada dulce que se convierte en un bocado salado con un final caramelizado absolutamente irresistible.

El secreto de las ensaimadas caramelizadas

El proceso que explica Escribà en el vídeo parece sencillo, pero esconde un par de trucos profesionales que marcan la diferencia. Lo primero es partir la ensaimada por la mitad y rellenarla con una capa de jamón dulce y otra de queso mozzarella que, al calentarse, se fundirá aportando jugosidad y un contraste delicioso con el dulzor del azúcar. Una vez cerrado el “sandwich” de ensaimada, viene el paso clave: pulverizar un poco de agua sobre la superficie. Este detalle es fundamental porque permite que el azúcar se funda y se convierta en una fina capa de caramelo brillante y crujiente que recubre toda la parte superior del bollo.

Ensaïmada clásica / Foto: Unsplash
Ensaimada clásica / Foto: Unsplash

Para conseguir ese acabado perfecto, Escribà no mete la ensaimada en el horno, sino que la envuelve en papel de horno y la coloca directamente en una plancha caliente. El calor directo hace que el azúcar se caramelice de manera uniforme sin secar la masa, y además ayuda a que el queso del interior se derrita en su punto justo. El resultado es un juego de contrastes entre el exterior crujiente y caramelizado y el interior tierno y cremoso que sorprende al primer bocado.

Puede transformarse en un plato completamente nuevo con un simple gesto creativo

Lo más interesante de esta propuesta es cómo un dulce tan clásico y ligado a la tradición balear como la ensaimada puede transformarse en un plato completamente nuevo con un simple gesto creativo. Christian Escribà lleva años demostrando que la pastelería no tiene por qué limitarse a las recetas de siempre, y que un pastel puede convertirse en un lienzo en blanco para reinterpretar sabores. En este caso, la unión de salado y dulce logra un equilibrio inesperado que abre nuevas posibilidades en la cocina de autor y también en la más casera.


Esta versión caramelizada y rellena de queso y jamón York no solo es vistosa, sino que además invita a perderle el miedo a experimentar con masas dulces. La ensaimada deja de ser un desayuno clásico para convertirse en un capricho gourmet que funciona igual de bien en un brunch, como aperitivo o incluso como final sorprendente de una comida especial. Y lo mejor es que no hace falta ser un maestro pastelero para probarlo en casa, porque el procedimiento es tan sencillo como ingenioso.