Tal día como hoy del año 1936, hace 89 años, en Guernica (Vizcaya, Euskal Herria), se constituía el primer gobierno de Euskadi desde la derogación de los Fueros (21 de junio de 1876). Los territorios forales vascos (Álava, Vizcaya y Guipúzcoa) habían dispuesto de un autogobierno —llamado Fueros— creado y desarrollado durante los siglos XIII y XIV y que estaría vigente, ininterrumpidamente, hasta que, al final de la tercera guerra Carlista (1876) —coincidiendo con el inicio del régimen de la Restauración borbónica (1874-1923)—, sería definitivamente desmantelado. La constitución de aquel primer gobierno de la contemporaneidad representaba la restauración y la adaptación a la modernidad del histórico sistema constitucional vasco.
La Guerra Civil española (1936-1939) ya había estallado y una parte de los territorios forales (mitad oriental de Guipúzcoa y mitad sur de Álava) estaba ocupada por las fuerzas rebeldes. En aquel contexto crítico, los alcaldes de los pueblos, las villas y las ciudades libres de la ocupación rebelde se reunieron en la histórica Casa de Juntas de Guernica y eligieron —por unanimidad— a Joseba Andoni Agirre, del PNV (Partido Nacionalista Vasco), primer lehendakari (presidente) de la contemporaneidad. Acto seguido, Agirre formó un gobierno de concentración con consejeros de todos los partidos y sindicatos, excepto de la CNT-FAI. Esta exclusión obedecía a la ola de criminalidad que este sindicato había desplegado en Catalunya.
Euskadi —aislada de la zona republicana— se gobernó como un Estado independiente. Agirre creó la policía foral vasca (Ertzaintza), que resultaría un instrumento imprescindible para garantizar la libertad ideológica y religiosa y para proteger la propiedad privada. A diferencia de lo que pasaba en la Catalunya gobernada por el president Companys y por el Comité de Milicias Antifascistas, no se produjeron persecuciones, secuestros ni asesinatos de personas de ideología conservadora y de confesión católica. Tampoco hubo expropiaciones ni saqueos. Por este motivo, la zona controlada por el gobierno de Guernica fue llamada el oasis vasco.
Durante su gobierno, Agirre acuñó moneda propia —a partir de la existencia del Tesoro Público vasco—; creó un aparato judicial vasco (Audiencia, tribunales civiles y tribunales militares), una red de estudios superiores propia (Euskal Herriko Unibertsitatea) y un ejército regular y una marina de guerra vascos, formados por 40.000 efectivos y reclutados entre los partidos y sindicatos de la sociedad vasca. El gobierno Agirre gobernó desde Guernica hasta que, en julio de 1937, los rebeldes ocuparon Bilbao. A partir de ese momento, el ejecutivo vasco —presidido por el lehendakari Agirre— continuaría su obra de gobierno desde el exilio: Santander, Barcelona, París, Nueva York y, de nuevo, París.