La 80.ª edición de la Vuelta a España tenía que ser una celebración para conmemorar esta histórica efeméride. Sin embargo, ha acabado siendo todo lo contrario, con una última etapa en Madrid que ha terminado antes de tiempo debido a las protestas propalestinas, que han sido protagonistas durante toda la carrera. Los ciclistas fueron parados cuando se encontraban a 56 km de la meta y la organización de la competición se vio obligada a suspender la última jornada, creando un seísmo político y social que ha dado la vuelta al mundo y que también ha abierto un debate sobre el futuro más inmediato del ciclismo español y europeo.
La Vuelta a España alimenta una preocupación…
La etapa final de Madrid ha sido solo la punta del iceberg de unas protestas que han sido constantes en varias partes de España. Ha sido, sin ningún tipo de duda, la Vuelta más atípica de la historia. La victoria ha acabado en manos de Jonas Vingegaard, pero esto ha pasado a segundo plano teniendo en cuenta todo el revuelo vivido. De hecho, en la última jornada de la competición se tuvo que suspender incluso la habitual entrega de premios. Y es que la situación no lo permitía, con la ciudad madrileña convertida en un auténtico caos: cargas policiales, ciclistas en el suelo y miles de protestantes invadiendo el recorrido por donde tenía que transcurrir la etapa.
"Desde la organización de la Vuelta lamentamos los acontecimientos que han tenido lugar durante la celebración de la etapa final de la Vuelta 25. A pesar de todos los esfuerzos de la organización, no hemos podido concluir la etapa según los planes debido a los lamentables incidentes ocurridos en Madrid", explicaron los responsables de la Vuelta en un comunicado que sirvió para poner punto y final a la carrera de la forma más abrupta posible. Era la única solución que existía. Ahora bien, la preocupación no termina aquí. Ni mucho menos. Porque ahora todas las miradas están puestas en la salida del Tour de Francia, que en el año 2026 se celebrará en Barcelona.
…que puede poner en peligro la salida del Tour desde Barcelona
A día hoy, existen una infinidad de dudas sobre el futuro de las próximas competiciones de ciclismo. Eso sí, la preocupación máxima radica en la competición más prestigiosa, el Tour de Francia, que en su próxima edición arrancará desde la capital catalana. La entidad organizadora de la Vuelta y el Tour, Amaury Sport Oganisation (ASO) exigirá garantías a las autoridades españolas para evitar un desenlace como el vivido en Madrid. "El Tour empieza el próximo año en Barcelona. Así que creo que ASO, la organizadora del Tour, que también participa en la Vuelta, pedirá garantías a los políticos españoles. En estas circunstancias, es difícil organizar un acontecimiento de élite como el Tour", ha explicado el comentarista Renaat Schotte.