La librería infantil Pati de Llibres, situada en Sant Cugat, ha aparecido este martes con la fachada llena de pintadas en que se le acusa de ser “cómplice del genocidio” en Palestina y de defender una ideología sionista. Según ha relatado la propietaria del local, Monte Soler, al TOT Sant Cugat, fue una amiga quien le hizo llegar la primera imagen del vandalismo: “Me he despertado esta mañana y una amiga que trabaja aquí al lado, me ha enviado la foto de las pintadas”. Según explica, a pesar de la sorpresa inicial, considera que su librería infantil no es el lugar donde se tienen que trasladar estos debates políticos: “Me sorprende, pero es un tema tan complejo que tampoco me he posicionado de una manera clara como la gente pretende que nos posicionamos todos. No creo que sea mi lugar ni mi papel”.
En declaraciones al medio santcugatense, Soler ha remarcado que sus ideas personales no tendrían que tener ningún impacto en la librería: “En el ámbito personal, tener unas opiniones u otras no creo que tenga que afectar a mi negocio”. También ha expresado su opinión sobre el origen de las pintadas: “Yo pienso que estas cosas son recelos de historias antiguas. No creo que este cartel vaya para que yo me posicione a favor o en contra del pueblo palestino, con el cual, evidentemente, tengo toda la solidaridad del mundo”.
“No creo que esta librería sea de derechas”
Con respecto al fondo de la librería, Soler ha detallado al TOT Sant Cugat que hay una amplia selección de obras relacionadas con temas sociales: “Tenemos libros sobre historia y feminismo. Somos un negocio de librería juvenil y, evidentemente, todos los libros que entran aquí lo hacen porque a mí me gustan. Hay muchos libros sobre inmigración, feminismo y justicia social, por ejemplo”. Además, ha querido dejar claro que el ideario de la librería no tiene nada que ver con la extrema derecha: “No creo que esta librería sea de derechas, en absoluto. Si miras, por poco que mires, los libros que tengo no van en esta línea. Los tengo muy escogidos”. Con respecto a la limpieza de la fachada, la librera ha explicado que no tiene prisa para borrar las pintadas y ha agradecido la colaboración de los vecinos: “Hoy hay vecinos que ya se han ofrecido a bajar y a limpiar. Pero calma, ya lo haremos. Yo no me tengo que avergonzar de nada. No me siento interpelada”.
Por su lado, la Comunidad Judía de Barcelona ha condenado los hechos a través de su perfil de X. “Hoy, en Sant Cugat, una librería, símbolo de lectura, cultura y encuentro, se ha levantado con pintadas de odio. Habrá quien seguirá diciendo que no es gritos de odio, sino simple “libertad de expresión”. Pero la historia nos ha enseñado que todo empieza con palabras, después con símbolos en las paredes... y ya sabemos demasiado bien hacia dónde puede llevar este camino. Hoy se repite delante de nuestros ojos. El odio nunca es inocente. El odio siempre busca sembrar miedo”, ha escrito @BarcelonaJudia en redes sociales.