Quejas por el colapso de las urgencias en Calella y Blanes, después de la denuncia del sindicato de enfermería Satse en Palamós. Si la primera denuncia llegó el martes, este jueves ha sido el turno de la segunda, cuando la sección sindical de Girona ha alertado de la "saturación crónica" que se vive en los hospitales de Sant Jaume de Calella y de Blanes, gestionados por la Corporació de Salut del Maresme i la Selva. Las enfermeras han asegurado que la situación se produce principalmente "a causa de la falta de planificación e inversión en recursos humanos", en una época que la población aumenta de forma notable en las zonas turísticas de la Costa Brava y el Maresme.
El sindicato ha afirmado que, en los días más críticos, en Calella puede llegar a haber "una veintena de pacientes esperando box de urgencias, con tiempos de espera que pueden superar las ocho horas". De hecho, hay enfermeras que relatan que empiezan el turno de noche a las diez y se encuentran pacientes que esperan desde las dos del mediodía. "Incluso, las ambulancias llegan a quedar bloqueadas en las puertas de los hospitales, poder descargar enfermos e imposibilitando así que acudan a otro servicio", han añadido. El hecho es que cuando el centro sanitario de Calella queda saturado, es el Hospital de Blanes quien asume esta parte de la población del Maresme... reproduciendo el mismo colapso.
La realidad tras los datos
De acuerdo con Satse, el colapso se explica por varios factores, como el incremento estival de la población, la alta complejidad clínica de los pacientes —muchos de ellos de edad avanzada y con pluripatologías— y una gestión poco eficaz. "A pesar de conocer el problema de la época estival, la Dirección no aumenta la dotación de profesionales y el personal de sustitución que se incorpora para cubrir vacaciones no lo hace con antelación suficiente", ha explicado el sindicato, que detalla que los profesionales que se incorporan en verano "llegan directamente en el momento de máxima presión asistencial, sin un rodaje previo en el puesto de trabajo". Tal cosa obliga a los pocos profesionales veteranos a asumir la carga asistencial y el acompañamiento de los nuevos compañeros, que tienen que aprender sobre la marcha aspectos prácticos del día a día —el funcionamiento de los programas de gestión o la organización interna, por ejemplo—, según las enfermeras.
Es por todo esto que han reclamado que los contratos de verano no empiecen justo en el pico de trabajo, sino con uno o dos meses de antelación. De la misma manera, han criticado la falta de inversión real en los servicios de urgencias, tanto con respecto a recursos humanos como estructurales. Desgraciadamente, han lamentado que la dirección se limitan a decir que las cifras no reflejan esta situación. "Los datos fríos esconden la realidad: profesionales exhaustos y pacientes desesperados esperando horas en urgencias", han sentenciado las enfermeras, que prevén que sufrirán "el mismo colapso" cada verano si no hay una planificación y unas inversiones adecuadas.
La versión de la corporación
A raíz de la denuncia de Satse, la Corporació de Salut del Maresme i la Selva ha asegurado que la dirección está revisando "de forma integral" los procesos de servicios de urgencias y hospitalización desde marzo, con la implicación activa de todos los estamentos profesionales. También han reconocido un aumento "especialmente significativo" de la actividad en los servicios de urgencias durante los meses de verano, por el aumento de la población, la afluencia turística, la mayor complejidad clínica y el "reto organizativo" de garantizar las vacaciones de los profesionales a la vez que se mantienen las coberturas asistenciales y la continuidad entre dispositivos. Además, han apuntado a la falta de profesionales a escala global.
La corporación ha señalado que se han empezado a introducir cambios organizativos que se implementarán progresivamente durante el año, y que ya muestran resultados "positivos", ya que los tiempos de espera globales en urgencias son inferiores a los de veranos previos. Las mejoras se suman a la futura ampliación del Hospital de Calella, que contempla también la ampliación de las urgencias, para garantizar una atención urgente "de calidad, adaptada a las necesidades crecientes del territorio y sostenible para los próximos años".
Imagen principal: las urgencias del Hospital de Calella / Satse