Las visitas a urgencias de los hospitales van al alza año tras año. En todo el 2024, los profesionales atendieron 3.893.183 visitas, lo que representa un 21% más que en 2021, según datos facilitados por Salut a la ACN. Los hospitales catalanes atienden cada día más de 10.000 visitas a urgencias, en concreto, es una media de 10.637 en 2024. Del total, 8.598 son adultos, y un 11% necesitará ingreso, los otros 2.039 son de pediatría, con un 4,2% que tendrá que ingresar en el hospital. En total, las urgencias en los hospitales se acercaron los 4 millones de visitas el año pasado. Con este escenario, el director operativo del Plan Nacional de Urgencias (PLANUC), Xavier Jiménez, reconoce una situación "tensa" por la elevada actividad y dice que trabajan en un modelo para "alcanzar unas formas de pago adecuadas" para los hospitales.

En relación con las esperas en urgencias, hay un primer periodo de tiempo, el de selección, que sirve para determinar el nivel de gravedad de la visita y que se sitúa en 11 minutos de media, un tiempo que Jiménez considera que es "muy estable y pensamos que es lo suficiente razonable". Después, está el tiempo de asistencia, es decir, el rato que el paciente espera hasta ser atendido, que en 2024 de media fue de casi 1 hora, en concreto, 57 minutos, aunque puede variar en función del centro médico. Con datos de 2024, por regiones sanitarias, se observa que los tiempos de asistencia más altos son en Barcelona ciudad (64,5 minutos), muy seguido de Lleida (61,4 minutos), y, en cambio, el más bajo, en Girona (22,9 minutos).

La espera en urgencias

Otro factor que se ha analizado es el tiempo de estancia en las urgencias, es decir, hasta que se resuelve el motivo de la visita del paciente. En relación con este tiempo, Jiménez asegura que en algunos casos se puede prolongar y en algunos periodos de tiempo como el invierno "hay centros que lo sufren más que otros", aunque ha remarcado que a los pacientes se les está atendiendo. Los hospitales tienen una contraprestación cuando los pacientes están más de 24 horas en urgencias. Precisamente, el tiempo de espera en las urgencias es uno de los motivos de indignación entre los ciudadanos. Las encuestas de satisfacción Plaensa que hace el Departament de Salut muestran que la valoración del tiempo de espera hasta que es visitado por el médico ha empeorado, pasando de un 57,6% de satisfacción en el 2023 al 55,9% en 2024. En cambio, la valoración del trato personal mejora, y se sitúa en valores muy altos tanto de los médicos (87%) como de las enfermeras (90,6%) y los celadores (94,2%). Una calificación global de 7,18 en 2024, enfrente del 7,12 de 2023. Los encuestados también destacan que las urgencias con riesgo vital reciben una atención muy rápida, inmediata, y que estos circuitos están muy bien organizados en Catalunya gracias, por ejemplo, al Código ictus o Código infarto.

Desde Salud trabajan en varias medidas para mejorar la situación en urgencias, como la financiación de estos servicios. "Tenemos un modelo de financiación que no ayuda a poner el foco en el servicio de urgencias. Pensando en el modelo de gestión hospitalario, al gerente de un hospital le sale económicamente más a cuenta priorizar las acciones programadas que las urgentes", afirma Jiménez. Sin embargo, rechaza totalmente la idea de 'competir' por las camas: "Las personas que tienen intervenciones quirúrgicas programadas también se tienen que cuidar mucho y detrás hay listas de espera, que tenemos que mirar que no aumenten. Pero también tenemos que conseguir que los enfermos en urgencias y que necesitan ingresar entren dentro de esta capacidad organizativa". Jiménez señala que desde el Servei Català de la Salut (CatSalut) están trabajando desde hace unos años en un modelo de financiación que acabe alcanzando unas formas de pago adecuadas a lo que se merecen los centros y que la modernización de la gestión también incluya las urgencias". Según detalla, el objetivo es que el modelo de financiación sea "una palanca de cambio para mejorar esta tensión global".

Atención resolutiva

La presidenta de la Societat Catalana de Medicina d’Urgències i Emergències, la doctora Mireia Puig, ha reconocido la necesidad de espacios "funcionales" para las urgencias y que hay una "grave carencia" de profesionales y eso hace que a veces haya dispositivos abiertos pero con recursos insuficientes. Puig también subraya que los profesionales de urgencias quieren trabajar en un "entorno seguro", con "menos interrupciones" y no tener que sufrir "porque hay 40 pacientes esperando en la sala". "No queremos tener áreas de inseguridad. Pacientes que se esperan demasiadas horas es un riesgo; médicos y enfermeras que están haciendo 25 cosas a la vez es un riesgo", advierte, y añade: "Que el médico y la enfermera puedan hacer tranquilos el trabajo es muy importante porque se traduce en tiempo de espera, pero sobre todo en una asistencia de más calidad y seguridad para el paciente". Puig recalca que entre los principales objetivos del servicio hay que los pacientes "se esperen en función del grado de urgencia" y que "la urgencia sea resolutiva", es decir, que dé una solución real al paciente.

La doctora Puig también ha destacado que las urgencias "están funcionando como un observatorio de salud" y concluye: "Tenemos que procurar que las urgencias estén funcionando con normalidad porque son un recurso esencial para la ciudadanía. Tenemos que estar operando en condiciones correctas las 24 horas del día, los 365 días del año".