En la sociedad occidental actual la mayor parte de la población tiene los recursos suficientes para llevar a cabo una alimentación saludable y completa con todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Sin embargo, tener ciertos déficits alimentarios es mucho más común de lo que se piensa y algunos de los que los padecen ni siquiera saben que lo sufren.
El problema es que, a largo plazo, pueden desencadenar problemas de salud, por eso es aconsejable realizarse análisis periódicos que ofrezcan información al respecto. Estos que mencionamos a continuación son cinco de estos nutrientes.
Hierro
El hierro es un mineral esencial, componente importante de los glóbulos rojos, que permite el transporte de oxígeno a las células. Existen dos tipos, el hierro hemínico, que solo se encuentra en alimentos de origen animal, especialmente las carnes rojas contienen cantidades particularmente altas. Y el hierro no hemínico, que se encuentra en alimentos vegetales, como las espinacas y las lentejas.
El primero es de más fácil absorción para nuestro cuerpo, pero aun así, se calcula que la deficiencia de hierro afecta a más del 25% de las personas en todo el mundo, número se eleva al 47% en niños en edad preescolar y alrededor del 30% de las mujeres que menstrúan, como se recoge en este estudio.
La consecuencia más común de la deficiencia de hierro es la anemia, en la que la cantidad de glóbulos rojos y la capacidad de la sangre para transportar oxígeno disminuyen. Los síntomas generalmente incluyen cansancio, debilidad, un sistema inmunológico debilitado y una función cerebral deteriorada.
Yodo
El yodo es un mineral fundamental para que la función tiroidea sea normal y la producción de hormonas tiroideas sea la adecuada. Las hormonas tiroideas están involucradas en muchos procesos corporales, como el crecimiento, el desarrollo del cerebro y el mantenimiento de los huesos. También regula la tasa metabólica. La deficiencia de yodo es una de las deficiencias de nutrientes más comunes, que afecta a casi un tercio de la población mundial, como se recoge en esta investigación. El síntoma más común de la deficiencia de yodo es una glándula tiroides agrandada, también conocida como bocio. También puede causar un aumento en la frecuencia cardíaca, dificultad para respirar y aumento de peso. Podemos encontrarlo en algas marinas, sal enriquecida lácteos y huevos.
Vitamina B12
La vitamina B12, también conocida como cobalamina, es una vitamina soluble en agua y es esencial para la formación de sangre, así como para la función cerebral y nerviosa. Cada célula de nuestro cuerpo necesita B12 para funcionar normalmente, pero no la producimos, por eso debemos obtenerla de alimentos o suplementos. Solo se encuentra en cantidades suficientes en los alimentos de origen animal, aunque ciertos tipos de algas pueden proporcionar pequeñas cantidades. Por lo tanto, las personas que no consumen productos de origen animal tienen un mayor riesgo de deficiencia.
Estudios como el que lleva por título How prevalent is vitamin B12 deficiency among vegetarians? (¿Cómo de prevalente es la deficiencia de vitamina B12 entre los vegetarianos?) indican que hasta el 80-90% de los vegetarianos y veganos pueden tener deficiencia de vitamina B12. Un síntoma común de la deficiencia de vitamina B12 es la anemia megaloblástica, que es un trastorno sanguíneo que agranda los glóbulos rojos.
Calcio
El calcio es esencial para todas las células de su cuerpo. Mineraliza huesos y dientes, especialmente durante épocas de rápido crecimiento. También es muy importante para el mantenimiento de los huesos. Además, el calcio actúa como molécula de señalización. Sin él, las funciones del corazón y los músculos y articulaciones se verían afectadas.
En este estudio que se llevó a cabo en Estados Unidos, se encontró que solo el 15% de las adolescentes, alrededor del 10% de las mujeres mayores de 50 años y alrededor del 22% de los adolescentes varones y hombres mayores de 50 cumplían con la ingesta de calcio recomendada. Los síntomas de una deficiencia de calcio en la dieta más grave incluyen huesos blandos (raquitismo) en los niños y osteoporosis, especialmente en los adultos mayores.
Vitamina A
La vitamina A es una soluble en grasa esencial. Ayuda a formar y mantener la piel, los dientes, los huesos y las membranas celulares sanos. Además, produce pigmentos oculares, necesarios para la visión. Hay dos tipos diferentes de vitamina A en la dieta, la vitamina A preformada, que se encuentra en productos animales como carne, pescado, aves y lácteos y la provitamina A, que se encuentra en alimentos de origen vegetal como frutas y verduras como las patatas o la zanahoria. De hecho, el betacaroteno, que nuestro cuerpo convierte en vitamina A, es la forma más común.
Se calcula que existe un déficit de este nutriente en el 25% de la población, como demuestra este estudio.