Pedro Sánchez ha confirmado este jueves que está “convencido” de que en algún momento ha podido "liquidar gastos en efectivo, siempre contra factura" como secretario general del PSOE, pero nunca cantidades superiores a los 1.000 euros. El presidente del Gobierno lo ha afirmado en la comisión del Senado que investiga el caso Koldo y que ha tachado de "circo" de la "difamación". Ha sido citado por el PP al día siguiente del primer aniversario de la DANA y después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregara al Tribunal Supremo un informe que recoge pagos en metálico dentro del partido. El líder socialista, sin embargo, se ha enrocado en una defensa de la “financiación limpia, legal y regular” del PSOE, y ha recordado que sus números han sido avalados por el Tribunal de Cuentas. La comparecencia ha estado marcada por su bronca con los populares y también por su primer cara a cara —cargado de reproches— con Junts per Catalunya después de la ruptura anunciada por Carles Puigdemont.
“Nunca han existido sobresueldos en el PSOE”, ha manifestado en un tenso interrogatorio con la senadora de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Mari Mar Caballero, la primera que ha tenido el turno para hacer preguntas a Sánchez. Ha asegurado que no sabe "a qué se refiere" la terminología usada por Koldo García y su esposa, que se referían a los tipos de billetes como chistorras, lechugas y soles. "No utilizamos estos nombres clave", ha manifestado, y también ha destacado que el PP sí que utilizaba conceptos como madalenas y bizcochos.
También ha disparado dardos contra el PP cuando ha recordado que sí que hay otros partidos que "pagan sobresueldos muchas veces sin declarar y recibos en negro". De la misma manera, ha defendido que no da "ninguna credibilidad" a Carmen Pano, la empresaria que aseguró que llevó dinero en efectivo a la sede del PSOE en la madrileña calle de Ferraz. Del mismo modo, ha asegurado que ignora si Leire Díez, la exmilitante del PSOE conocida como fontanera de Santos Cerdán, recibió órdenes del partido para maniobrar contra quien investiga los presuntos casos de corrupción que cercan a los socialistas. "No me consta", ha dicho.
También ha asegurado que su esposa, Begoña Gómez, no tuvo "nada que ver" con el rescate de la aerolínea Air Europa. Ha recordado que así lo ha acreditado la Guardia Civil en sus informes de la UCO. Ha sido entonces cuando, aprovechando la cuestión familiar, ha disparado contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su entorno. "¿Qué pasaría si mi hermano hubiera cobrado una comisión de 280.000 euros por la adquisición de mascarillas?", se ha preguntado.
Un "circo" de la "difamación" el día siguiente del aniversario de la DANA
El presidente español ha llegado a un Senado blindado policialmente cuando faltaban veinte minutos para las nueve de la mañana, acompañado de una comitiva formada por el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas; y el portavoz del grupo socialista en esta cámara, el andaluz Juan Espadas. El PP, que tiene mayoría absoluta en el Senado, ha hecho coincidir esta declaración de Sánchez por el caso Koldo de forma descarada con el primer aniversario de la DANA. La intención ha sido silenciar, en la medida de lo posible, el escándalo de la continuidad de Carlos Mazón en la presidencia valenciana un año después. La comparecencia, de hecho, ha tenido lugar solo 15 horas más tarde de que la Ciudad de las Artes y las Ciencias de València acogiera un doloroso funeral de Estado por la catástrofe meteorológica.
A pesar de que ha empezado su declaración asegurando que es un "placer" comparecer en el Senado, Sánchez ha denunciado que esta comisión "es de difamación y no de investigación". El presidente de la Mesa, el popular Eloy Suárez, le ha exigido respeto y el líder socialista ha respondido diciendo que el interrogatorio es un "circo", aparte de denunciar sarcásticamente su "imparcialidad" como moderador. Suárez ha llegado a llamar al orden al socialista Rafael Simancas en este enfrentamiento dialéctico.
Han sido agrios los interrogatorios que Sánchez ha recibido por parte de Junts y PP. El líder socialista ha denunciado la "instrumentalización" y el "desprestigio" del Senado para desgastar al PSOE. En un interrogatorio de 50 minutos, los populares lo han retado a aceptar un careo con Ábalos y Víctor de Aldama, el empresario que hace de nexo en la trama del caso Koldo y lo han acusado de asistir en el Senado porque así "le obliga el Código Penal". Los independentistas, por su parte, han aprovechado para pasar revista con el presidente español de los incumplimientos del pacto de investidura. "Cuando me dicen que han pasado a la oposición, tampoco lo entiendo mucho, porque, efectivamente, siempre han alardeado de que han estado a la oposición", ha señalado Sánchez. Esquerra Republicana, por su parte, ha censurado la comisión de investigación "inquisitorial" del caso Koldo en el Senado.
Defiende el cese de Ábalos en 2021 por motivos ajenos a una trama de corrupción
Sánchez ha vuelto a admitir su "responsabilidad" por haber confiado el poderoso cargo de secretario de Organización a José Luis Ábalos y al encarcelado Santos Cerdán, ambos investigados por el Tribunal Supremo en una trama de corrupción que afecta al corazón del PSOE. Ha defendido nuevamente haber fulminado a Ábalos en 2021 como secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes; su hombre de confianza en aquel momento y que tenía unas "claras calidades políticas" porque es una "persona elocuente".
A pesar de las sospechas de que el presidente del Gobierno ya estaba al corriente entonces de la trama de corrupción del caso Koldo, ha justificado nuevamente que era necesario impulsar una crisis de Gobierno debido al desgaste que había generado la pandemia de la covid. Y ha vuelto a presumir de haber exigido a Ábalos su acta como diputado cuando la policía detuvo a Koldo García. Ha sido preguntado por las prostitutas que contrataba Ábalos, y el presidente socialista ha afirmado que la justicia determinará si se han pagado con dinero público. De todos modos, ha insistido en que estos comportamientos “le repugnan” y que el PSOE es un partido “feminista”. También ha sido preguntado por la "banda del Peugeot", pero el jefe del ejecutivo de PSOE y Sumar ha esquivado estas preguntas.