No es habitual que un presidente de gobierno posicione a favor de un solo equipo de fútbol de la liga, sino que, como la Monarquía, si es el jefe del ejecutivo de toda la ciudadanía española, tendría que alegrarse por las victorias de todos los equipos o, al menos, hacerlo ver de cara al público.

Pero Mariano Rajoy nunca se ha cortado en esta cuestión y ahora lo ha vuelto a demostrar. Mientras que la semana pasada felicitó al Real Madrid por su triunfo contra el PSG y el posterior pase a cuartos de final de la Champions League, pero ni el miércoles felicitó la Sevilla por haber eliminado al Manchester United consiguiendo una clasificación histórica, ni tampoco el Barça por haber pasado a cuartos dejando el Chelsea atrás.

"Los pronósticos no han podido con nosotros", escribió a Twitter la semana pasada después de la victoria de los de Zidanek, y añadió que "seguimos" y "hala Madrid".

Pero ni hoy, ni ayer, ni anteayer se pudo encontrar ningún mensaje haciendo alusión a los otros dos equipos de la liga española. Rajoy no se esconde, ni disimula, ni prueba de quedar bien con toda la ciudadanía del país que gobierna, ni con sus representantes futbolísticos.

De hecho, incluso, en una ocasión en abril de 2016, y en plena rueda de prensa después de la tercera ronda de contactos con el Rey para intentar formar gobierno —no lo consiguió— dejó a los periodistas con la palabra en la boca porque, al mirar el reloj, vio que el partido del Real Madrid estaba a punto de empezar y se marchó con prisas de la rueda de prensa sin esconder que su intención era ir a ver cómo jugaba su equipo. "Venga, que a menos cuarto empieza el fútbol", dijo a los periodistas. Y, dicho y hecho. Se marchó sin dar ninguna explicación más.