El 8 de agosto de 2024 ha quedado como una fecha marcada en el calendario en la historia. Hoy hace justo un año que el president en el exilio Carles Puigdemont dejó boquiabierto a todo el mundo con una visita relámpago a Catalunya, desafiando las órdenes de detención a que pesan sobre él, para cumplir con la palabra de qué volvería a Catalunya coincidiendo con el pleno de investidura del nuevo president de la Generalitat, Salvador Illa, y protagonizó una marcha relámpago con una operación de película. Hacía mucho tiempo que Puigdemont no aparecía en las portadas —copadas por el acoso a Pedro Sánchez y ahora por las noticias en cascada que protagonizan Donald Trump, Benjamin Netanyahu, Vladímir Putin y los aranceles, la guerra de Gaza y de Ucrania— pero la efeméride del primer aniversario del retorno del presidente lo ha vuelto a poner en la portada de El Mundo. Este es el único diario, sin embargo, que presta atención a Puigdemont, porque el resto apuesta por otras informaciones, como los planes del primer ministro israelí de ocupar la Franja de Gaza (El País, ABC, El Mundo, Ara), la polémica abierta por el veto antimusulmán del PP y Vox en Jumilla (La Vanguardia), el primer aniversario de la investidura de Salvador Illa (El Periódico) o la posible retirada de la opa del BBVA al Sabadell después de las decisiones de la junta de accionistas del día anterior, que también está presente en las portadas, especialmente las catalanas.
"De presupuestos, nada"
El Mundo no abre su portada con Puigdemont, pero le dedica un espacio preferente debajo del titular principal, que protagoniza Netanyahu, para explicar que el presidente de Junts "exprime a Sánchez desde Waterloo", y titula la información con una frase corta y directa: "De presupuestos, nada". El diario madrileño suele hacer una práctica cuando habla del presidente de Junts, y es utilizar sus fuentes con "los más estrechos colaboradores de Puigdemont", a los que nunca cita por su nombre, porque por eso son fuentes. Pero según estas fuentes anónimas —lo que siempre implica un ejercicio de fe—, el partido independentista tiene muy claro que hará valer sus siete votos, cueste lo que cueste. "Ellos quieren votos. Y, si quieren votos, se negocia. Pero siempre por Catalunya. Si no es bueno para Catalunya, nosotros no votamos". El Mundo explica la frustración de Junts, porque los "frutos conseguidos no son los esperados, empezando porque la ley de amnistía no ha permitido el libre retorno del líder de Junts desde Bélgica donde continúa fugado", y que Puigdemont ya ha decidido que "en ningún caso prestará un apoyo generalizado a Sánchez, lo que implicaría aprobar los presupuestos generales de 2026, unas cuentas que el presidente del Gobierno se propone presentar para simular que la legislatura es viable a pesar de no tener asegurados los votos para aprobarlas".
La desesperación de Junts
Las voces de Junts que han hablado con El Mundo, el sector más crítico del partido, según especifica, "presencia con cierta desesperación el panorama: 'No se ha ejecutado la delegación de competencias en inmigración, no se han publicado las balanzas fiscales para calcular el déficit fiscal catalán, ni hay ningún avance en la resolución del conflicto político. Nada. Ni por avanzado, ni a plazos'", lamentan, pero también aseguran que no peligra el apoyo de Junts a Sánchez con respecto a una posible moción de censura que pudiera impulsar el PP. "Los intereses que ligan al núcleo duro de Waterloo con la Moncloa son demasiado fuertes para dejar caer a Sánchez", insisten las mismas fuentes. Los objetivos de Junts siguen siendo claros, según el rotativo: seguir presionando a Sánchez "para que siga influyendo en las decisiones del Tribunal Constitucional" por la ley de amnistía, que persevere "en su coacción diplomática en los Estados miembros de la UE para que acaben aceptando que el catalán se convierta en nuevo idioma oficial en las instituciones europeas" y la tramitación parlamentaria del traspaso "integral" de las competencias de inmigración en Catalunya que chocan con el muro de Podemos, en el contexto del "pavor" de Junts por el crecimiento de Aliança Catalana.
El Mundo también publica un reportaje de investigación que titula: "Todo lo que falló el 8-A para la segunda huida de Puigdemont, en directo en televisión", en el que explica el intríngulis del episodio que "dejó los mossos señalados y cuestionados por un operativo que fracasó en todo", y que, un año después, "mantiene imputados a tres agentes del cuerpo por presuntamente facilitar su fuga y el líder de Junts sigue en Waterloo a la espera de la amnistía".







