Nuevas declaraciones de responsables de la policía catalana este lunes ante la magistrada que investiga a tres agentes de los Mossos por haber ayudado al president en el exilio, Carles Puigdemont, en su visita fugaz a Barcelona, el 8 de agosto de 2024. Los Mossos d'Esquadra no detuvieron al presidente de Junts y actual diputado, después de su insólita aparición pública para evitar desórdenes públicos y después le perdieron de vista porque hizo una "maniobra de distracción muy ágil y rápida". Así lo ha afirmado el jefe de Información de los Mossos, Carles Hernández, ante la titular del juzgado de instrucción número 24 de Barcelona, Maria Antonia Coscollola, según fuentes judiciales. En su declaración como testigo, Hernández ha sostenido que cuando el 8 de agosto del pasado año vieron a Puigdemont en las calles Sant Benet y Trafalgar de Barcelona acompañado por una comitiva dirigiéndose a pie hacia el Arc del Triomf, donde le esperaban miles de personas, optaron por no detenerlo para evitar desórdenes públicos, a pesar de tener en vigor una orden de búsqueda y captura por parte del Tribunal Supremo por el 1-O. El jefe de Información, según las fuentes, ha explicado a la magistrada que optaron por no detener a Puigdemont en virtud de los principios policiales de proporcionalidad y oportunidad.
Puigdemont pudo subir al escenario, que la ANC había montado en el Arc de Triomf, donde no podía acceder todo el mundo. Puigdemont fue encapsulado por integrantes de su partido, como Jordi Turull y Laura Borràs, y el presidente del Parlament, Josep Rull, entre otros. El president en el exilio anunció días antes que quería asumir el acta de diputado por Junts, en el pleno de investidura del socialista Salvador Illa. Allí, sin embargo, los Mossos le perdieron de vista, en bajar del escenario, porque hizo una maniobra de distracción "muy ágil y rápida", según Hernández. En lugar de ir al parque de la Ciutadella, donde le esperaba una multitud de agentes de los Mossos, subió a un coche blanco, con Turull y se marchó. Solo un agente de los Mossos, a pie, lo vio y dio la alerta. Por estos hechos fueron detenidos tres agentes de los Mossos, que aquel día estaban de vacaciones o de baja laboral, y que son defendidos por Gonzalo Boye. La dirección de la policía catalana los suspendió de sueldo y empleo, aunque el pasado agosto se les levantó estas limitaciones a la espera del resultado de la investigación penal. Son acusados del delito por omisión del deber de perseguir delito, con el impulso de las acusaciones de VOX y Hazte Oír.
Ningún delito por parte de los ciudadanos
En su interrogatorio, Hernández ha aclarado que, al final, los Mossos no denunciaron a ningún ciudadano particular al considerar que en este tipo de casos las eventuales responsabilidades penales recaían en los funcionarios públicos. Sin embargo, en las primeras horas de desaparición de Puigdemont, desde la dirección de Mossos se aseguró que se llamaría a declarar a Jordi Turull, y como investigado, por haber acompañado al president en el exilio, en lo que se calificó de "fuga". Turull podía aducir que era de su equipo de defensa, aunque no hizo falta.
Paralelamente, dos mossos también han declarado ante la magistrada este lunes y han asegurado que hicieron los informes sobre la marcha de Puigdemont con el material que se les dio, que no pudieron investigar más que los días del 7 y 8 de agosto de 2024. Así lo afirmaron otros agentes, en comparecencias anteriores.
Por su parte, el entonces jefe de los Mossos, Eduard Sallent, también declaró como testigo en el juzgado y admitió el pasado 30 de junio ante la magistrada que no contemplaron que Puigdemont volviera para marcharse y que su "maniobra de distracción" los confundió. Sallent, que actualmente ejerce como jefe de la Región Policial Metropolitana Sur de Barcelona, subraya en el informe de los hechos, que le exigió el juez Pablo Llarena, que la "maniobra de distracción" de Puigdemont, que "escapa a toda lógica racional o política", los sumió en una situación de "confusión" e "incertidumbre" que impidió detenerlo.