La vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, ha asegurado esta mañana que la situación de Catalunya ha mejorado mucho desde que el PSOE llegó a La Moncloa ahora ya hace cuatro años y que cree que, como ella, no hay ningún catalán que quiera volver atrás en el tiempo, y que su voluntad, así como la de Pedro Sánchez, es "seguir mejorando la situación aunque el progreso ya es evidente". Ante estas palabras, en las que también ha asegurado que desde Madrid apuestan por el diálogo con el Govern, pero también entre catalanes, el president Puigdemont no se ha podido privar de decir la suya a través de las redes sociales, y lo ha hecho con un repaso a la también ministra de Economía, citando su intervención en Catalunya Radio, en la que ha asegurado que Pedro Sánchez apuesta por el diálogo a pesar de no haberse reunido con Aragonès después del estallido del CatalanGate.

"Exacto: la inmensa mayoría no quiere que la vuelvan a engañar con nuevos estatutos y con ofertas de diálogo que no conducen en ningún sitio, ni con gobiernos "más progresistas de la historia" que mantienen exactamente la misma política de antes. Decidir por nosotros mismos es ir adelante", ha manifestado en un tuit Puigdemont, haciendo referencia al sobrenombre por el cual se conoce en el gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, aunque, como se destaca siempre desde el independentismo, con respecto al conflicto catalán, este apodo no es nada merecido, ya que no se ha hecho ningún avance para solucionarlo.

En la misma entrevista donde ha advertido que el precio de la gasolina puede seguir escalando por encima de los 2 euros a pesar de la bonificación de 20 céntimos del Gobierno, Calviño ha excusado a Pedro Sánchez de no haberse reunido con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, después del estallido del CatalanGate. "Sánchez siempre está dispuesto a dialogar. No ha habido ocasión. Pero la disposición del Gobierno es total de tener la mejor de las relaciones con la Generalitat", ha añadido. Según la ministra, se tienen que evitar situaciones como las del espionaje, pero ha remarcado que las relaciones "tienen que tirar adelante" por "el interés compartido" de las dos partes.

Polémica con Rufián

El president Puigdemont fue uno de los protagonistas de la semana pasada en Catalunya, a raíz del desafortunado comentario de Gabriel Rufián, que, en una entrevista, aseguró que "tarado es quien declaró la independencia". Aunque después va primero matizar y después pedir disculpas por estas palabras, el mal ya estaba hecho y muchos políticos de Junts salieron a pedir su dimisión, ya que consideraban que sus declaraciones eran intolerables. También desde de ERC se oyeron algunas voces que pedían la rectificación, entre ellas la del president Pere Aragonès, sin embargo, pasados unos días quisieron dar por cerrada la polémica: "No tengo nada que añadir, tiene mi apoyo y el del partido", afirmaba el jefe del Ejecutivo. Aunque normalmente reacciona ante las polémicas, como cuando el mismo Rufián reprochó a Jaume Asens que fuera a visitar a los exiliados a Waterloo, entre los cuales está Toni Comín, amigo personal del líder de los comuns, en esta ocasión el president ha optado por no hacer ningún comentario.