El doble escándalo de la DGAIA (la red de pederastia que abusó de una menor de solo 12 años protegida por la Generalitat y sus irregularidades económicas) han llevado el Departament de Derets Socials, dirigido por Mónica Martínez Bravo, a acelerar la transformación de la secretaría general, ahora en el ojo del huracán. Este lunes, la consellera se ha reunido con las principales entidades del tercer sector, que son las que gestionan en muchos casos los servicios que ofrece la DGAIA y por eso también está en el punto de mira, y colegios profesionales para explicar el futuro del ente y su voluntad de abrir una nueva etapa con una transformación integral. Martínez no ha dado los detalles de estos cambios, que ha bautizado como Plan de transformación integral de la DGAIA, pero ha asegurado que lo hará pronto, pero ha reconocido que los últimos episodios han acelerado la situación y hace que tengan que explicar ya a la ciudadanía lo que se tiene que trabajar, acelerar las cuestiones que quedaban pendientes y abrir la nueva etapa". Lo que sí que ha avanzado es que uno de sus objetivos será "reforzar la prevención de los abusos a la infancia" después del caso de la menor, a quien un hombre que en ese momento tenía 40 años captó a través de una aplicación, violó y prostituyó.

"Tenemos que reformar la prevención, que tiene que ser más protectora y preventiva, mejorar la gestión y el buen gobierno. Hay que velar por una buena gestión administrativa y la máxima calidad de atención en los centros", ha insistido la consellera a la salida de lo que ha descrito como una reunión "muy provechosa" en la sede del departamento. "Todo eso forma parte de un diagnóstico desde hace muchos años. Ahora nos ponemos manos a la obra y lo englobamos en una gran transformación", ha añadido, asegurando que el objetivo es prevenir problemas en la gestión y dar una "mejor protección a la infancia" para evitar que casos "tan aterradores no vuelvan a pasar nunca más".

Más población y más compleja, un reto para la DGAIA

Martínez ha identificado como principales problemas del ente la falta de recursos y también el hecho de que durante tiempo se han seguido unos protocolos que no funcionan. Además, ha pedido tener en cuenta que la población ha aumentado mucho, pero también su "complejidad en muchos aspectos", hecho al cual hay que sumar la "sofisticación" del mundo de las redes sociales: "La realidad ha cambiado y los retos de la infancia también. Nos tenemos que redimensionar para hacer frente. Durante muchos años no se han hecho cambios y eso hace que sea necesaria una transformación profunda".