El gobierno ha renunciado a incluir la oficialidad del catalán en Europa en la agenda de la próxima reunión de ministros de Asuntos Europeos. Según ha adelantado el Via lliure de RAC1, la Moncloa no llevará la propuesta a debate tras constatar que todavía no hay suficientes apoyos entre los Estados miembros. La decisión llega después de que el gobierno español hubiera anunciado que se acercaban posiciones con Alemania para conseguir la medida. Este viernes era el último día para que cualquier país pudiera añadir un punto al orden del día por la vía rápida. Aunque el gobierno alemán había abierto la puerta a negociar la letra pequeña de la propuesta, las conversaciones necesitan más tiempo. Sin el sí de Berlín, la iniciativa sigue lejos de la unanimidad imprescindible. Además, el tiempo para llegar a un acuerdo antes de la reunión es muy limitado.

El mismo espacio recuerda que el gobierno español ya había dejado claro, después de las dos votaciones fallidas de mayo y de julio, que no volvería a pedir incluir la oficialidad del catalán en la agenda del Consejo de Asuntos Europeos hasta que tuviera garantizados todos los apoyos. Para conseguirlo, hay que convencer al menos a siete países, entre ellos Alemania, que por su peso político podría favorecer un cambio de posición en el resto. Este compromiso de no volver a llevarlo sin unanimidad se mantiene, según el Via lliure de RAC1.

Conversaciones estancadas

Ante las amenazas de Junts de romper el Acuerdo de Bruselas, Pedro Sánchez movió ficha a toda prisa y acordó con el gobierno alemán la creación de una mesa de negociación bilateral con la intención de que España acabase presentando un texto para debatir y conseguir el aval de los 27 Estados miembros de la UE en una futura reunión del Consejo de Asuntos General. A pesar de ello, las conversaciones con Alemania no avanzan. En este movimiento, que “olía a favor político de Friedrich Merz a Pedro Sánchez en pleno ultimátum de Junts”, Berlín abrió la puerta el viernes pasado a negociar, pero dejando claro que “por ahora continúa instalada en el no”. La Moncloa considera que sin el apoyo alemán es imposible obtener el resto de votos necesarios.

El programa añade que estas negociaciones no progresan a suficiente ritmo para que la Moncloa se arriesgue a llevar la cuestión a votación. El viernes era el último día para pedir a la presidencia danesa, que marca la agenda este semestre, incluir el punto por la vía rápida. Sin embargo, si la situación diera un giro de 180 grados, el gobierno español aún podría hacer la petición hasta el mismo día de la reunión, pero esta tendría que someterse a votación, hecho que ralentiza y complica el proceso. Esta vía de última hora, sin embargo, sería mucho más lenta e incierta.