La Audiencia Nacional mantiene a Jordi Pujol en el juicio que este lunes se pone en marcha contra él y su familia por el dinero que tenían en Andorra. En una vista previa, el tribunal ha escuchado los argumentos de la defensa y de los forenses en el sentido de que no está capacitado para defenderse ni para comparecer en el juicio que este lunes se pone en marcha contra él y sus siete hijos por asociación ilícita y blanqueo de capitales. No obstante, ha decidido mantenerlo presente de manera telemática desde Barcelona. El president ya ha seguido por videoconferencia esta mañana desde su casa la vista a puerta cerrada en la que se debía decidir sobre su capacitación. Le ha acompañado el abogado Albert Carrillo.
"El tribunal ha decidido que se inicie el juicio en su presencia. Esto significa que estará presente en las sesiones del juicio y se determinará en su momento si, efectivamente, continúa", ha comunicado el juez, que ha puntualizado que en el momento en que deba intervenir activamente se determinará "si está en condiciones de estar o no".
El juicio contra los Pujol comienza tres días después de que el expresidente saliera del hospital a raíz de una neumonía, que lo mantuvo hospitalizado una semana. En la vista en la que el tribunal se ha pronunciado sobre su capacidad estaban presentes todas las partes y todos los acusados.
En un primer momento, la defensa de Jordi Pujol pidió a la Audiencia que pudiera seguir el juicio desde Barcelona y que se evaluara su estado de salud para determinar si es apto para seguir el juicio con todas las garantías. No obstante, el pasado jueves en un nuevo escrito a la Audiencia Nacional, señalaba que Pujol no puede ser juzgado a raíz del frágil estado de salud que "no le permite autodefenderse". El abogado del expresidente, Cristóbal Martell, pidió que se archive el caso contra Pujol, en aplicación del artículo 383 de la ley de enjuiciamiento criminal (LECrim), que permite el archivo cuando hay una demencia sobrevenida del acusado.
Ni condiciones físicas ni cognitivas
A lo largo de la vista, que ha comenzado con problemas técnicos, los forenses que examinaron a Pujol por encargo de la Audiencia se han encargado de presentar los resultados de su examen y han respondido a las preguntas que les han planteado el tribunal, el fiscal y la defensa. En su declaración, los doctores Ángel Cuquerella Fuentes y Xavier Pérez Cuit se han ratificado en el informe en el que concluyeron que Pujol "no está en condiciones físicas ni cognitivas para comparecer en un juicio, ni cuenta con la capacidad procesal necesaria para poder defenderse de manera autosuficiente".
A continuación, se ha conectado telemáticamente Jordi Pujol a la vista. El tribunal le ha preguntado si sabía por qué estaba compareciendo ante la Audiencia. "Tengo algunas dificultades, pero estoy a disposición del tribunal", ha asegurado el president, según fuentes presentes en la sala.
De La Camarga a la 'deixa'
El juicio contra los Pujol tiene su origen en la guerra sucia contra el independentismo y se pone en marcha con una conversación grabada en 2010 en el restaurante La Camarga entre la entonces líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y una expareja de Jordi Pujol Ferrusola, Victoria Álvarez, en la que aseguraba que el hijo mayor de la familia subía bolsas de dinero a Andorra. La conversación se mantuvo secreta hasta 2015, pero la actuación de la policía patriótica, con una investigación ilegal y prospectiva, llegó incluso a hacer desaparecer la Banca Privada de Andorra, propiedad de los hermanos Cierco, por negarse a facilitarles información. En julio de 2014 Pujol atribuyó aquel dinero a una herencia de su padre.
