Un apagón masivo ha dejado este viernes sin luz amplios sectores de Praga y varias ciudades del norte de la República Checa, afectando a más de tres millones de personas. Según ha informado la emisora pública Radio Praga, la interrupción del suministro eléctrico se ha originado a raíz de un fallo en una subestación, hecho que ha tenido un impacto inmediato en la vida cotidiana de la capital: el servicio de metro se ha visto completamente paralizado y varias líneas del tranvía y el trolebús han quedado suspendidas. La incidencia también ha dejado a oscuras la ciudad de Liberec, la quinta más poblada del país, así como otras zonas del norte. Ante la envergadura de la afectación, el gobierno checo ha descartado rápidamente que se trate de un ciberataque o de un acto de sabotaje, y ha atribuido la situación a una anomalía técnica puntual. Las autoridades han iniciado trabajos de urgencia para restablecer el servicio eléctrico tan pronto como sea posible y minimizar las consecuencias de este paro masivo.

Según ha detallado la compañía eléctrica Pražská energetika, el apagón ha afectado aproximadamente a un tercio de la ciudad de Praga y ha tenido su origen fuera del núcleo urbano. Aunque las autoridades todavía no han confirmado oficialmente la causa exacta, varios medios locales apuntan que un fallo en la subestación de Chodov, situada a unos diez kilómetros en el sureste de la capital, podría estar detrás de la incidencia. La afectación se ha extendido más allá del transporte urbano: el servicio ferroviario entre Praga y las localidades de Kolín, Benešov y Kutná Hora también se ha visto interrumpido, generando retrasos y cancelaciones. Además, centenares de personas han quedado atrapadas en los ascensores y los cajeros automáticos han dejado de funcionar, si bien el aeropuerto de Praga no se ha visto afectado.

Imagen de un tranvía parado en medio de la carretera compartida por los medios checos

La recuperación del servicio se está produciendo de manera progresiva. Según las autoridades, el apagón ha afectado hasta ocho subestaciones del sistema eléctrico checo, de las cuales cinco ya han podido reanudar el funcionamiento con normalidad. Esta recuperación ha permitido empezar a restablecer parcialmente el suministro eléctrico en el metro de Praga. Paralelamente, el operador de la red eléctrica de Polonia, país vecino, ha confirmado que sus sistemas no han sufrido ninguna incidencia relacionada con el apagón, descartando así un efecto dominó en la región.

Los hospitales checos, según ha explicado el ministro de Salud, Vlastimil Valek, han sido conectados inmediatamente a suministros eléctricos de emergencia para garantizar el funcionamiento de los servicios esenciales. "Quiero tranquilizar a todo el mundo. Los centros sanitarios tienen procedimientos claros para estas situaciones. Se han activado generadores de reserva en los hospitales afectados. La atención al paciente no está en riesgo", ha escrito Valek a través de una publicación en la red social X. El apagón ha coincidido con una ola de calor que está afectando al país. A principios de esta semana, el Instituto Hidrometeorológico Checo (CzHMU) ya había alertado que las temperaturas podrían llegar a los 37 grados en varias regiones.