Dos miembros de la Guardia Nacional resultaron heridos este miércoles en un tiroteo a pocas calles de la Casa Blanca que ha generado una oleada de alerta por sus posibles vínculos con las operaciones estadounidenses en el extranjero. El presunto autor de los disparos, identificado como Rahmanullah Lakanwal, es un ciudadano afgano que llegó a Estados Unidos en 2021 del que se ha sabido este jueves que había trabajado con la CIA como colaborador en una unidad militar vinculada a la agencia de inteligencia. Según fuentes oficiales, su tarea finalizó en 2021 con el fin de la misión estadounidense. El director de la CIA, John Ratcliffe, ha confirmado esta información en declaraciones a *Fox News Digital*, afirmando que Lakanwal formaba parte de una “fuerza asociada” que operaba con apoyo directo de la agencia. El hombre, que también resultó herido durante el ataque, está bajo custodia hospitalaria mientras avanza la investigación sobre las motivaciones y posibles implicaciones del ataque.
Lakanwal no solo mantuvo vínculos con la CIA, sino que también prestó apoyo a diversas agencias gubernamentales de los Estados Unidos durante la guerra de Afganistán, colaborando con unidades militares en misiones activas sobre el terreno. Su principal área de operaciones fue Kandahar, una ciudad estratégica del sur del país considerada uno de los bastiones principales de los talibanes. Su traslado a los Estados Unidos se produjo el 8 de septiembre de 2021 como parte de la Operación Bienvenidos Aliados, un programa impulsado por la administración de Joe Biden con el objetivo de dar refugio a afganos considerados vulnerables ante la nueva realidad impuesta por los talibanes. La iniciativa fue activada justo después de la caída de Kabul y la retirada definitiva de las fuerzas estadounidenses, como parte de un esfuerzo más amplio para proteger a los civiles que quedaban expuestos a represalias por parte del régimen islamista.
Más de 190.000 afganos se han establecido en Estados Unidos desde 2021, según datos oficiales del Departamento de Estado. En la mayoría de los casos, estas personas fueron admitidas en el país con autorización para permanecer en él durante dos años, pero sin obtener el estatus migratorio permanente. De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, más del 40% de los afganos acogidos en el marco de este programa cumplían los requisitos para acceder a una Visa Especial de Inmigrante (SIV, por sus siglas en inglés), un mecanismo creado para proteger a aquellos que asumieron riesgos elevados en apoyo a la misión de Estados Unidos, o bien eran familiares directos de estos colaboradores. Entre los beneficiarios se cuenta Lakanwal, que solicitó asilo en el año 2024, según ha indicado la cadena CNN. La petición le fue concedida al año siguiente, ya bajo la administración del presidente Donald Trump.
Trump intensifica la retórica antiinmigratoria
Trump ha aprovechado el ataque armado cerca de la Casa Blanca para redoblar su retórica antiinmigratoria. En un vídeo difundido desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, el líder republicano ha responsabilizado directamente a Biden de haber permitido la entrada del presunto atacante en Estados Unidos y ha asegurado que el episodio “pone en evidencia la principal amenaza para la seguridad nacional que afronta la nación”. Trump ha sostenido que “20 millones de extranjeros desconocidos y no investigados” han cruzado la frontera estadounidense durante el mandato de Biden, y ha calificado esta situación de “riesgo directo para la supervivencia”. En la misma intervención, ha calificado Afganistán de “el infierno en la tierra” y ha descrito al sospechoso del tiroteo como un “extranjero que nunca debería haber puesto un pie” en Estados Unidos.
