Cada vez son más las personas que, por cuestiones de tiempo, prefieren hacer la compra una vez a la semana —o incluso una vez cada quince días— y adquirir los productos en grandes cantidades. Eso obliga a utilizar el congelador como aliado imprescindible para conservar la comida, especialmente la carne. Con las altas temperaturas del verano, sin embargo, hay que extremar las precauciones para evitar que la carne se estropee o se contamine durante el proceso de descongelación. Es fundamental respetar ciertas normas para garantizar la seguridad alimentaria y evitar posibles intoxicaciones.

Descongelar la carne en cinco minutos: el truco más viral

La carne es una fuente muy importante de proteínas de alto valor biológico, hierro hemo, cinc y vitaminas del grupo B, como la B12, esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Sin embargo, se recomienda limitar el consumo de carne roja a un máximo de entre 300 y 500 gramos a la semana, según las directrices de los principales organismos de Alimentación y Salud Pública. La clave está en mantener una dieta equilibrada y variada, alternando con otras fuentes de proteína como el pescado, las legumbres o los huevos.

Filete|Hilillo de carne
Filete de carne preparado para cocinar / Foto: Pixabay

Uno de los principales quebraderos de cabeza cuando sacamos carne del congelador es cómo descongelarla de manera rápida y segura. El método tradicional consiste en dejarla a la nevera durante horas, o incluso toda la noche, pero eso no siempre es viable cuando tenemos prisa. También hay quien opta por dejarla a temperatura ambiente, una práctica que no se recomienda por riesgo de proliferación bacteriana, o utilizar el microondas, que a menudo empieza a cocer la carne por los bordes. En el caso del pescado, las cosas son todavía más delicadas, ya que se trata de un alimento especialmente perecedero. Lo ideal, también, es descongelarlo en la nevera o bajo un chorro de agua.

Ahorrar tiempo sin renunciar a la seguridad alimentaria

Ahora bien, hay un truco casero y seguro que te permitirá descongelar la carne en menos de cinco minutos: solo necesitas una olla con agua, un poco de vinagre y una cucharadita de sal. Primero, llena la olla con agua a temperatura ambiente, añade dos cucharadas de vinagre blanco y una cucharadita de sal. Remueve ligeramente para disolverlo todo bien. Acto seguido, introduce la pieza de carne congelada dentro de una bolsa hermética, ciérrala bien y sumérgela en el agua. En solo cinco minutos la carne estará completamente descongelada y lista para cocinar. Este método acelera el proceso gracias a la reacción que provoca la sal y el vinagre en el agua, aumentando ligeramente la temperatura sin estropear la carne ni favorecer la proliferación de bacterias.

Con este sencillo truco, podrás ahorrar tiempo sin renunciar a la seguridad alimentaria. Además, te permite adaptarte mejor a tu ritmo de vida, especialmente si planificas las comidas con antelación y optas por comprar en grandes cantidades. Porque comer bien y de manera segura también quiere decir aprovechar los pequeños secretos que hacen la vida más fácil.