Hay restaurantes para todos los bolsillos. Bares de tapas, locales de menú del día y restaurantes de estrella Michelin. Hay menús degustación en restaurantes de alta cocina que cuestan centenares de euros. Pero son pocas las veces que vemos facturas de restaurantes tan desorbitadas como la que ha compartido el restaurante Annabel, de Calvià, en Mallorca, en su cuenta de Instagram. Un ticket que supera los 60.000 euros y que, según ha explicado el restaurante a La Gourmeteria, corresponde a una mesa de una veintena de comensales.

Un ticket desorbitado

El restaurante Annabel ha cobrado este agosto un ticket de más 60.000 euros a una mesa con una veintena de comensales. Según afirman fuentes del restaurante a La Gourmeteria, la publicación hecha en Instagram en que se muestra un ticket que sube a los 63.237,90 € es real y no se trata de ninguna campaña de marketing. El restaurante no ha querido confirmar de qué cliente se trata, aunque en las redes se especula que sea alguna celebridad estadounidense, pero sí que han aclarado que en la mesa había una veintena de comensales.

Si hacemos cuentas, la comida en Annabel costó más de 3.000 por cabeza


Si hacemos cuentas, la comida en Annabel costó más de 3.000 por cabeza. Entre los conceptos más chillones hay el de "varios pescados", que suma un total de 45.000 euros. Al ser preguntados por este diario, los responsables del restaurante han afirmado que tienen "todo tipo de pescado", pero no han especificado qué tipos de platos ni en qué cantidades se pidieron. También destacan las 17 unidades de "Don Perignon Rosé", cantidad que no queda claro si corresponde a copas o a botellas; aunque teniendo en cuenta la opulencia de la comida, podría tratarse de botellas.

La propina de la comida

Parte de estos más de 60.000 euros corresponden a una propina del 10%; una cantidad de casi 6.000 euros. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha recordado este verano que la propina en el Estado español es voluntaria y en ningún caso puede ser obligatoria. Además, puntualiza que el servicio siempre se tiene que incluir en el precio y que, por lo tanto, cobrarlo como concepto adicional es ilegal. En el caso del ticket del restaurante Annabel, aparece un concepto de propina que no queda claro si es voluntario u obligatorio, pero no se distingue ningún concepto de servicio.

Sea como sea, la factura emitida y compartida en las redes sociales por el restaurante Annabel es de una cantidad excepcional; al menos para lo que estamos acostumbrados a ver. No es habitual que los restaurantes compartan tickets de estas cantidades, aunque seguramente es más habitual de lo que parece que se pague tanto dinero por una comida o una cena. Comidas que, por privacidad con los clientes, se suelen mantener discretamente en secreto y alejadas de las redes y la prensa.