La mostaza es uno de esos condimentos que casi todos tenemos en casa, pero pocos se plantean hacerla de manera casera. Sin embargo, descubrir lo fácil que es prepararla puede cambiar nuestra perspectiva para siempre. La creadora de contenido Arantza Calle Abad lo demuestra en un vídeo publicado en su cuenta de Facebook, donde no solo comparte una receta sencilla, sino también un pequeño repaso por la historia de este condimento tan popular. Según explica Arantza, fueron los romanos quienes comenzaron a experimentar mezclando semillas de mostaza con vino, creando una pasta que ya en aquella época recordaba a la mostaza que conocemos hoy. Con unos pocos ingredientes y en apenas unos minutos, es posible disfrutar de una versión casera que conserva todo el auténtico sabor y aroma.

La receta más fácil para preparar mostaza casera en pocos minutos

Para hacer esta receta, Arantza nos enseña a comenzar cocinando las semillas de mostaza en una mezcla de agua y vinagre, lo justo para que se ablanden y suelten todo su potencial aromático. Una vez cocidas, estas semillas pasan a un vaso donde se les añaden otros ingredientes clave para darles el toque definitivo: un poco de miel para equilibrar la acidez, sal para realzar el sabor y una cantidad de agua de la propia cocción para ajustar la textura deseada. Todo este conjunto se tritura hasta lograr una pasta espesa, de color dorado y con ese inconfundible aroma que solo la mostaza auténtica puede ofrecer.

El primer paso será cocer los granos de mostaza / Foto: Unsplash
El primer paso será cocer los granos de mostaza / Foto: Unsplash

El proceso no termina ahí. Es importante dejar que la mostaza repose en la nevera durante algunas horas. Este paso es esencial para que todos los sabores se integren a la perfección y el resultado sea mucho más suave y equilibrado. Una vez enfriada, la mostaza casera está lista para acompañar carnes, ensaladas, bocadillos o cualquier receta que necesite ese toque de carácter y frescura.

Es importantísimo que nuestra mostaza repose en la nevera durante varias horas

Lo mejor de esta receta es que permite jugar con las proporciones y añadir toques personales, como más miel si prefieres un resultado más dulce, o más vinagre si buscas un acabado más ácido. Además, al hacerla en casa, nos aseguramos de evitar conservantes artificiales y disfrutar de un producto completamente natural. Arantza Calle Abad invita a guardar la receta y probarla, asegurando que es difícil volver a comprar mostaza industrial después de saborear la casera. Una manera perfecta de redescubrir un clásico de la cocina con el orgullo añadido de haberlo preparado tú mismo. ¿Te animas a darle una oportunidad a la mostaza casera?