En el mundo de las salsas asiáticas, pocas son tan sabrosas, versátiles y adictivas como la salsa hoisin. Su sabor combina lo dulce, lo salado y lo picante en una mezcla que convierte cualquier plato en una experiencia única. Es habitual en recetas chinas como el pato laqueado, los rollitos de primavera o los salteados, pero lo cierto es que también se puede usar para marinar carnes, acompañar verduras o incluso darle un toque exótico a una hamburguesa. En la cuenta de Instagram @takkokken, el cocinero Jordi nos enseña a prepararla en casa en apenas unos minutos, con ingredientes fáciles de encontrar y un resultado que rivaliza con las versiones comerciales.

Cómo hacer salsa Hoisin en casa en pocos minutos

Jordi explica que la salsa hoisin tradicional se elabora con soja fermentada y otros condimentos que aportan profundidad al sabor, pero su versión casera logra el mismo efecto con productos que todos tenemos en la despensa. La clave está en equilibrar los sabores: el dulzor del azúcar, la intensidad de la soja, el punto ácido del vinagre y el toque picante de la sriracha crean una salsa potente y redonda, perfecta para guardar en la nevera y usar cuando queramos dar un toque asiático a nuestras comidas.

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No necesitamos sal gracias a la salsa de soja / Foto: Unsplash

A continuación, te detallamos los ingredientes de la salsa y la preparación con el paso a paso concreto:

  • 50 g de salsa de soja
  • 40 g de azúcar
  • 30 g de aceite de oliva virgen
  • 30 g de vinagre
  • 30 g de tahina (pasta de sésamo)
  • 2 g de ajo picado
  • 15 g de sriracha
  • Pimienta al gusto

Una vez reunidos los ingredientes, Jordi recomienda ponerlos todos en un cazo a fuego medio, incluyendo el ajo bien picado. No hace falta añadir sal, ya que la salsa de soja cumple esa función. A medida que se calienta, los ingredientes comienzan a fundirse y mezclarse, liberando un aroma que recuerda a los puestos de comida callejera de Asia. Bastan dos o tres minutos de cocción para que la mezcla espese ligeramente y el azúcar se disuelva por completo.

Trituraremos la mezcla con una batidora para obtener una textura lista y brillante

Después de ese breve hervor, llega el momento de triturar la mezcla con una batidora hasta obtener una textura lisa y brillante, más densa que una salsa normal, casi como una crema. En ese punto, la salsa hoisin casera está lista para usar: se puede conservar en un tarro hermético en la nevera durante varios días y utilizar en marinados, fideos, carnes o verduras salteadas. El resultado es una salsa con personalidad, carácter y equilibrio, que demuestra que con un poco de creatividad y buenos ingredientes, la magia asiática también puede nacer en una cocina catalana.


Lo mejor de todo es que esta versión casera no solo es más natural y saludable, sino que también permite personalizarla al gusto. Si te gusta más picante, puedes aumentar la cantidad de sriracha; si prefieres un sabor más tostado, añade una pizca extra de tahina o incluso un toque de miel. Jordi insiste en que lo importante es atreverse a experimentar, porque la cocina es también un espacio de juego. Así, con esta salsa hoisin hecha en casa, podemos transformar un simple plato de verduras o un salteado de pollo en una auténtica explosión de sabores que nos transporta, sin moverse de casa, al corazón mismo de Asia.