Hay combinaciones que parecen hechas para encontrarse, y la de Badalona y Riudoms es una de ellas. En el restaurante Celler Joan Pàmies, ubicado en el corazón de Riudoms, han sabido unir la tradición tarraconense con el alma del litoral barcelonés en una receta que está conquistando a todos los que la prueban. Lo curioso es que el secreto no se esconde tras técnicas complejas ni ingredientes imposibles, sino en algo tan sencillo y auténtico como unos carquiñoles artesanos con avellanas de Reus y un inconfundible toque de Anís del Mono, el licor más icónico de Badalona. Una unión que no solo mezcla sabores, sino también historias, raíces y afectos.

La combinación de ingredientes de Badalona y Ruidoms que triunfa

En la cuenta de Instagram del restaurante, @cellerjoanpamies_ruidoms, los chefs explican que en su cocina lo hacen todo “de principio a fin, con las manos, el tiempo y los productos de casa”. Una declaración de intenciones que refleja una filosofía culinaria basada en la proximidad, la autenticidad y el cariño por la tierra. Los protagonistas de esta historia son Joan, natural de Riudoms, y Laia, de Badalona, que han querido rendir homenaje a sus orígenes en una receta que los une de forma simbólica y deliciosa. Y es que estos carquiñoles no son unos dulces cualquiera: son el resultado de una receta familiar reinterpretada con un toque moderno y emocional.

 

 

El secreto, como explica Joan en el vídeo, está en la avellana de Reus, un producto típico de la zona y prácticamente un emblema de Riudoms. “Es obligatorio ponerle avellana, es el truquillo del pueblo”, dice entre risas. Las avellanas, tostadas y ligeramente picadas, aportan una textura crujiente y un aroma inconfundible a estos dulces tradicionales. Pero el toque maestro llega justo al final: cuando los carquiñoles salen del horno, se les añade un chorrito de Anís del Mono, el licor de Badalona con más de un siglo de historia. Ese gesto, tan pequeño como simbólico, transforma la receta en una fusión perfecta entre el Mediterráneo tarraconense y el barcelonés.

textura de los carquinoles
El secreto está en las avellanas tostadas de Reus

Sus toques especiales son las avellanas del pueblo y el anís del mono de Badalona

El resultado es una receta que emociona tanto como sorprende. Cada mordisco encierra la calidez de una cocina hecha sin prisas, donde las manos trabajan con respeto y donde los ingredientes hablan por sí mismos. En tiempos en los que la gastronomía se llena de artificios, propuestas como la del Celler Joan Pàmies nos recuerdan que la verdadera innovación está en volver al origen, en mezclar tradición con sentimiento, y en dar valor a lo que tenemos cerca. Así, entre avellanas de Riudoms y anís de Badalona, Joan y Laia han creado algo más que un postre: han horneado una historia de amor convertida en sabor. Porque, al final, eso es lo que mejor sabe en la cocina: las historias que se cuentan con el paladar y se recuerdan con el corazón. Y si pasan por el horno del Celler Joan Pàmies, seguro que dejan un sabor imposible de olvidar.