Con la llegada del calor intenso y persistente de mediados de junio, muchos hogares optan por utilizar más que nunca el congelador, tanto para conservar mejor los alimentos como para evitar tener que cocinar cada día. Pero saber congelar correctamente no es tan simple como ponerlo todo en el primer espacio vacío que encontramos. Una buena organización del congelador no solo ayuda a mantener la calidad y la seguridad de los alimentos, sino que también facilita la vida diaria y puede evitar despilfarros innecesarios.
¿Qué alimentos van a cada cajón del congelador?
En este artículo te explicamos cómo aprovechar al máximo cada cajón del congelador, según las características de los productos que guardamos. Te detallamos qué tipos de alimentos conviene poner en la parte inferior, cuáles en la superior y cuáles en el centro, y por qué este orden no es ningún capricho, sino una cuestión de seguridad alimentaria y eficiencia. Tanto si tienes un congelador grande como uno pequeño, una buena distribución puede marcar la diferencia.
El colaborador de La Gourmeteria y asesor gastronómico, Jordi Àvila, explica en el Tot Es Mou que lo importante es que todo esté a la vista. Además, recuerda que “por mucho que el aparato esté programado a -18 °C, no es sinónimo que todo el congelador esté a esta temperatura”. El consultor doméstico, por lo tanto, determina que hay unos alimentos concretos que se tienen que reservar arriba de todo y de otros abajo de todo. “El cajón de encima del congelador es ideal para los helados”, confiesa Ávila, porque de esta manera cuando los sacamos del congelador estarán en el punto ideal para comer y no en aquel estado en el cual tenemos que hacer fuerza con los cubiertos porque está demasiado congelado. Eso es porque la parte superior es la parte “más caliente” del congelador, ya que el frío tiende a bajar.
En esta clase magistral a Helena García Melero y a TV3 expone, por el contrario, “en el de abajo de todo tendríamos que poner pescado y marisco”, dice el gerundense, que no se olvida de las carnes, como por ejemplo, el cordero para las fiestas mayores de agosto, que también iría abajo de todo del congelador. Finalmente, los productos de consumo inmediato, como las sobras o las fiambreras, irán al segundo cajón superior. Por cierto, antes de acabar, Jordi Ávila recuerda la importancia de las bolsas isotérmicas, así como también la clásica nevera con la que vamos a la playa. Son dos elementos que tenemos que llevar cuando vamos a hacer la compra al supermercado porque con las altas temperaturas podríamos romper la cadena del frío y sería muy peligroso.