Aunque uno hace, a primera hora de la mañana, el firme propósito de descansar por unos días de como ha colapsado el gobierno de Pedro Sánchez y de como los innumerables casos de corrupción que le rodean, tanto a él como a su partido, dejan poco margen para que la legislatura española siga caminando, la cruda realidad obliga, con el paso de las horas, a rectificar y dar cuenta de las detenciones de la jornada. Va a llegar Sánchez a las Navidades malherido, más de lo que parecía hace unas semanas, y, sobre todo, con una sensación de final de etapa. Hay una especie de efecto dominó, donde las detenciones, las gravaciones de los acusados y las mordidas de los comisionistas acaban emponzoñando las cañerías del Partido Socialista. Este jueves, se celebró el último pleno del Congreso de los Diputados y sus señorías han iniciado con antelación respecto al resto de los mortales las vacaciones navideñas. Esa, a lo mejor, es la única buena noticia para Sánchez, que no tendrá que dar cuentas al Parlamento, porque las explicaciones cada vez son más difíciles, ya que el esquema de Pedro el engañado funciona mal ya fuera del núcleo acrítico, que es capaz, como dice la frase popular, de aceptar pulpo como animal de compañía.
El último parte del día a media tarde de este jueves es aterrador: Leire Díaz, detenida. Fontanera de Santos Cerdán, experta en moverse en las cloacas del PSOE, ex militante socialista hasta que su situación se hizo insostenible, aparece ahora en un nuevo caso por presuntas irregularidades en contrataciones públicas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Vicente Fernández, expresidente de la SEPI, persona de máxima confianza de la vicepresidenta María Jesús Montero, que aún tiene que explicar muy bien la línea divisoria de su relación. Julio Martínez, dueño de la aerolínea Plus Ultra, rescatada en plena pandemia de la covid, en marzo de 2021, con 53 millones de euros y con la implicación de la SEPI y del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE). Un rescate que siempre ha estado rodeado de un tufillo de amiguismo, en el mejor de los casos, ya que costaba comprender que pudiera entrar en el programa gubernamental para salvar empresas afectadas por la crisis sanitaria, argumentando además su condición estratégica para conectar el Estado español con América Latina, ya que operaba con una única aeronave —excepcionalmente eran dos— y tenía una cuota de mercado del 0,1% en la aviación comercial y arrastraba pérdidas millonarias. Con el presidente y propietario también ha sido detenido el director ejecutivo de Plus Ultra.
El efecto político de estas últimas 24 horas ha dejado a los socialistas en estado de 'shock'
El quinto detenido en 24 horas es Antxon Alonso, el socio de Santos Cerdán en Servinabar, una constructora de Navarra que se encuentra en el centro de la investigación del Tribunal Supremo. Por esta operación se han registrado, en las últimas 24 horas, hasta 19 registros en diferentes empresas en Madrid, Sevilla y Zaragoza y la UCO ha entrado en las sedes de la SEPI, Mercasa, Enusa y Forestalia. El efecto político de estas últimas 24 horas ha dejado a los socialistas en estado de shock, una situación que no vivían con esta contundencia desde la entrada en prisión del exsecretario de organización, Santos Cerdán, a finales de junio. Ni tan siquiera la condena del fiscal general del Estado tuvo este efecto tan demoledor. En estos momentos, el desconcierto les lleva a estar más pendientes de las noticias judiciales que de realizar una acción política, ya que nadie sabe a ciencia cierta cuáles van a ser los próximos pasos de la policía y de los juzgados y quienes van a ser los próximos detenidos.
En medio de esta complicada situación, un nuevo audio del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, pone los pelos de punta. La cinta la habría entregado Claudia Montes, conocida como Miss Asturias, y en ella el exministro de Transportes no ve suficiente un millón de euros para corromperse. "Si das 500 millones, qué menos que llevarte el 1%", dice con total desvergüenza. El mismo día en que Ábalos aparecía en un informe de la UCO de la Guardia Civil relacionado con la trama de los hidrocarburos, protagonizada supuestamente por la empresa de Claudio Rivas y su socio, Víctor de Aldama. Pues bien, Ábalos recibió el pago de sus gestiones un chalet en La Alcaidesa, Cádiz, que la sociedad de Rivas Have Got Time S.L. habría adquirido por un precio de 585.000 euros y se la entregó al exministro. Ábalos calla en prisión y la rumorología de Madrid es tan extensa que no permite ver una ventana de salida a Pedro Sánchez.
Por primera vez, las tensiones en el PSOE y en la izquierda son perfectamente visibles y la sensación de agotamiento en el sincronizado coro mediático también.
