Ernesto Valverde no quiere polémicas ni caldear más el ambiente con el Espanyol. El domingo de la próxima semana hay un nuevo derbi y la tensión se nota mucho en el ambiente. De cara a cerrar capítulos de declaraciones cruzadas, el entrenador del Barça se ha referido a la polémica con las palabras de Piqué, Busquets y Quique Sánchez Flores, pero ha acabado refiriéndose al "Espanyol de Barcelona".

El primero que calentó el post-derbi fue, sobre el césped del Camp Nou, Sergio Busquets: "Ellos lo celebraron como si hubieran pasado de ronda después de ganar en la ida, pero las eliminatorias duran 180 minutos y les hemos demostrado que somos muy superiores", dijo en caliente nada más dejar eliminado de la Copa del Rey a uno de los eternos rivales del Barça. Y después, ya en la zona mixta, Gerard Piqué habló de la "semana de gloria" de el "Español de Cornellà".

Una polémica que ha seguido Quique Sánchez Flores en rueda de prensa esta misma mañana asegurando que en el fútbol "es importante saber perder, pero también lo es saber ganar". Pero la cosa tenía que acabar y Valverde ha considerado que la "tensión" tenía que tener un final, porque antes del derbi todavía tienen un partido de Liga contra el Alavés y uno de Copa contra el Valencia.

"Yo lo englobo dentro del marco de la rivalidad del derbi. Han sido partidos muy intensos en nuestro campo y en el suyo. Algunos les parecerá excesivo una cosa, los otros el recurso... yo lo pongo todo dentro del saco de la rivalidad. El Espanyol reconocemos que ha sido un gran rival y nos ha costado mucho. Es el Espanyol de Barcelona", ha asegurado Valverde. Unas declaraciones que tienen una intención clara de rebajar la tensión.

En lo referente a la denuncia del club blanquiazul a antiviolencia ha añadido que "cada uno es libre de mostrar su malestar en el sentido que crea más conveniente". Lo mismo que respecto de las palabras del entrenador del Espanyol: "Respetamos lo que diga todo el mundo. Lo que yo tenga que decir, ya lo he dicho".