El Real Madrid ha superado con ciertas dificultades al Unionistas de Salamanca a domicilio (1-3). Los madrileños han tenido que esperar a la fortuna y a la incertidumbre para pasar a los octavos de final de la Copa del Rey.

El primero en marcar ha sido Gareth Bale, que se ha aprovechado en el minuto 18 de partido de un despiste defensivo del conjunto local y un posterior regalo con el galés rematando solo dentro del área. El Madrid parecía que tendría una noche plácida, pero el Unionistas ha reaccionado.

El conjunto de Salamanca ha empatado al inicio de la segunda mitad gracias a una magnífica jugada individual de Romero, que ha dejado retratado a Nacho antes de clavar la pelota en la escuadra de Areola. Pero la alegría local ha durado sólo cinco minutos porque Brahim Díaz, en una medio caída dentro del área rival, ha acabado marcando gol. Brahim ha tropezado con él mismo pero ha enviado la pelota en dirección a la portería. Y el defensa del Unionistas no ha podido evitar el gol.

El Madrid, que no ha jugado un espectacular partido pero tampoco ha dado pena como el Barça, se ha puesto serio. Un larguero de James y un palo y un gol de Brahim en el tramo final han resuelto el duelo. Muy buena jugada individual en la última ocasión del partido de un Brahim que se ha reivindicado con un doblete y ha ayudado a cerrar el marcador con una cómoda ventaja.

El Madrid podría haber ganado de goleada pero se ha limitado a hacer el trabajo. La mala noticia es la enésima lesión de Bale y la buena es que ya tiene su sitio en el sorteo de los octavos de final.