Comer en un restaurante clásico no tiene por qué estar reñido con comer en un local nuevo. La mayoría de aperturas en Barcelona son de restaurantes modernos con conceptos contemporáneos; especialmente en Gràcia, un barrio lleno de cafés de especialidad y locales de matcha. Ahora, sin embargo, Gràcia también tiene un nuevo restaurante clásico, abierto por un grupo de jóvenes y con una oferta de tapas variadas y bien elaboradas.

Un chaflán con clase

El restaurante Sr.Antúnez, ubicado en la esquina de las calles Luis Antúnez y Neptú, en Gràcia, es la última apertura del grupo Amiks. Son los mismos propietarios de restaurantes como Casa Pepi, Pimentel, Culkin o V de Vermut. En una línea similar al resto, pero con su propio estilo, Antúnez nace para ofrecer cocina informal en un espacio clásico. El interior del restaurante es muy acogedor; luz cálida, sillas de madera, velas en las mesas y unas finas cortinas blancas que recuerdan a las del comedor de casa de la abuela. El comedor se divide en dos alturas, con una barra en el centro y la cocina —que no es abierta— al fondo. Antúnez consigue una mezcla difícil entre estilo clásico y energía juvenil, sin caer en tópicos arcaicos ni en decoraciones estridentes típicas de locales modernos.

Croquetas de jamón del restaurante Sr Antúnez Foto Emma Porta
Croquetas de jamón del restaurante Sr. Antúnez. / Foto: Emma Porta

Antúnez es un buen sitio, no solo para comer o cenar, sino también para ir a tomar una copa de vino y unas bravas

Platos para compartir

La cultura de la tapa se ha perdido, al menos en Catalunya. La tapa de verdad es la que te ponen para acompañar la bebida, como hacen en León, donde por cuatro duros y tres cervezas has cenado. Aquí, el concepto de tapa es otro; entendemos por tapa el plato para compartir que se pone en medio de la mesa para que todo el mundo pueda ir picando. Y en Antúnez, además de las clásicas gildas y las croquetas, elaboran tapas originales y muy bien hechas que entran por los ojos y además tienen buen gusto. De entrada, cabe decir que Antúnez es un buen sitio, no solo para comer o cenar, sino también para ir a tomar una copa de vino y unas bravas. La oferta de vinos es sorprendentemente buena; no por unas malas expectativas, sino porque los vinos son refrescantes y muy diferentes de lo que estamos acostumbrados a encontrar en la mayoría de locales.

Biquini de sobrasada, queso y huevo de codorniz del restaurante Sr Antúnez Foto Emma Porta
Biquini de sobrasada, queso y huevo de codorniz del restaurante Sr. Antúnez./ Foto: Emma Porta

En cuanto a los platos, todo está bueno, especialmente las croquetas. La tapa por excelencia de cualquier bar sirve como prueba del algodón para hacerse una idea de todo lo que vendrá después. Y aquí, las clavan. Tienen de gamba y de jamón, ambas igual de buenas, con una textura untuosa y adictiva. Como platos más elaborados, vale mucho la pena probar el biquini de sobrasada y queso con huevo de codorniz. También es buena la tortilla abierta con cocochas de bacalao y el steak tartar de ternera, que se acompaña de un pan crujiente que elaboran ellos mismos.

Tortilla abierta de cocochas de bacalao del restaurante Sr Antúnez Foto Emma Porta
Tortilla abierta de cocochas de bacalao del restaurante Sr. Antúnez. / Foto: Emma Porta

En cuanto al postre, no puede faltar la tarta de queso, entre otras opciones como la torrija o un milhojas con higos. Para rematar la comida, el restaurante también ofrece diferentes cócteles, la mayoría bastante clásicos —a pesar del nombre atrevido de algunos— y muy refrescantes.