Garbo, el más importante agente doble de la Segunda Guerra Mundial, que al servicio de los británicos consiguió convencer a los nazis de que el desembarco aliado en el continente tendría lugar por el paso de Calais y no por Normandía, estuvo a punto de verse delatado por la persona más próxima a él, su mujer.

Efectivamente, Araceli González, la mujer del catalán Joan Pujol García, alias "Garbo" casi levantó su tapadera, al no poder aguantar su vida en Inglaterra, según revelan unos documentos oficiales desclasificados este miércoles.

Estos informes, escritos por el servicio de contraespionaje británico MI5 y hechos públicos por los Archivos Nacionales de Kew, explican como el 1943 la joven mujer y madre amenazó con ir a la embajada española y revelar la identidad de su marido si no le permitían viajar a España para ver a su familia.

La pareja residía en la población de Harrow, próxima a Londres, desde donde él supuestamente gestionaba para los nazis una red de subagentes, que en realidad eran ficticios y ocultaba su trabajo para el MI5.

Documentos desclasificados

Los documentos desclasificados revelan que, para evitar ser reconocidos, Pujol mantenía a su mujer y a sus dos hijos cerrados en casa y controlados, cosa que acabó cansando a Araceli, quien amenazó con ir a la embajada española y explicarlo todo.

"No quiero vivir ni cinco minutos más con mi marido", asseguró la joven al oficial británico Tomas Harris, según los informes. "Aunque me maten, me voy a la embajada", añadió.

El MI5 no podía dejarla ir porque eso hubiera levantado la tapadera de Pujol, nacido en Barcelona y a quien había contratado en 1942, después de comprobar que se había ganado la confianza del régimen nazi, con el alias de "Gracia" y un supuesto empleo como traductor de la cadena pública BBC.

El MI5 engaña a la mujer

Para evitar una crisis, el agente Harris engañó a Araceli, diciéndole que su marido había sido despedido por su actitud insensata. El mismo Garbo sugirió montar una trama para hacer creer a su mujer que había sido encarcelado al intentar defenderla –lo que la llevó a protagonizar un aparente intento de suicidio–.

Como parte de este montaje, los agentes del MI5 llevaron a Araceli a ver a su marido en el centro de detención donde supuestamente estaba preso, hecho que hizo que ella prometiera llevarse bien a cambio de que lo dejaran en libertad. Harris alaba en el documento la destreza de Pujol al urdir una farsa "que permitió salvar una situación que, de otra manera, hubiera sido intolerable".

En otro documento difundido hoy, se revela que en 1945 Harris valoró infiltrar al espía en los servicios secretos rusos, para que les sirviera de fuente en el Gobierno de Iósif Stalin de cara a la inminente Guerra Fría. Eso al final no se llevó a cabo y el agente doble y su mujer se fueron a vivir a Venezuela, donde él murió en 1988, mientras que ella murió en Madrid dos años después.