Alimentarnos tiene muchas fases y procesos, pero pocas veces hacemos caso a uno de los aspectos que es más importantes de lo que parece: la masticación. Cómo masticamos nos puede ayudar en distintos aspectos, como el de acelerar el metabolismo o perder peso.

La idea de los científicos autores de un artículo publicado en un medio especializado, el Scientific Reports, es que masticar despacio y de forma correcta nos ayuda a evitar desórdenes metabólicos, entre ellos algunas tan importantes como la misma obesidad. Los autores del artículo llevaron a cabo tres ensayos en días diferentes, en los cuales los que participaron ingirieron comida líquida. Y pese a ser líquida, uno de los grupos debía masticarla, otro saborearla treinta segundos, y otro grupo tragarla normalmente. Se diseñó este experimento para ver si aspectos como el tamaño de la comida era importante, o si solamente el ejercicio de la masticación ya era suficientemente relevante.

Masticar de forma correcta nos ayuda a largo plazo

Lo que observaron los científicos que llevaron a cabo este experimento, es que en el grupo que había masticado la comida aumentaba la termogénesis inducida por la dieta, y con ello la producción de energía que el cuerpo obtiene de la propia comida ingerida. Además, los participantes que solamente saboreaban la comida también tenían este efecto.

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Masticar bien resulta básico

Algún aspecto adicional también se veía reforzado gracias a la masticación, como por ejemplo favorecer el intercambio de gases, la oxidación de proteínas o el flujo sanguíneo en las arterias, que proveen de sangre al sistema digestivo y la movilidad del transito gastrointestinal superior.

La principal conclusión que sacaron los que llevaron a cabo dicho estudio es que la diferenciación es acumulativa. No es algo que vayamos a notar rápidamente por masticar mejor unos días, sino que es un cambio acumulativo que a lo largo del tiempo nuestro cuerpo sí que va a agradecer. Saborear la comida y masticarla bien y de forma pausada es un hábito que estos científicos defienden como un hábito saludable y que nos ayuda a combatir problemas como la obesidad, por ejemplo.

No es un hábito siempre fácil de conseguir, ya que vivimos muchas veces con prisas, y no dejamos suficiente espacio para las comidas, sin embargo planear mejor los momentos en los que comemos y hacerlo de forma correcta, nos ayudará y mucho a largo plazo.